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DEL PERIODISMO AL CIBERPERIODISMO

DEL PERIODISMO AL CIBERPERIODISMO

Ramón Salaverría,

Tomado del libro Redacción Periodística en Internet. 

¿Ciberperiodismo? Quizás el término le sorprenda. Es probable que incluso le produzca reparo o, más aún, aversión. ¿Para qué manchar un término de tanta solera como "periodismo" con el prefijo "ciber", que suena a novela de ciencia-ficción o a cafetería con ordenadores? ¿Qué tiene esto que ver con la profesión de informar?

Mucho, como trataré de mostrar en este libro. Ahora bien, confieso de entrada que a mí mismo me resulta todavía incómodo emplear el término ciberperiodismo y recurro a veces a otras etiquetas que en los últimos años se han utilizado para designar la nueva vertiente del periodismo. Me refiero a expresiones como periodismo "online", periodismo electrónico, periodismo en red, periodismo multimedia y, sobre todo, periodismo digital, la que mayor éxito ha alcanzado.

Aunque suponga nadar contracorriente, cada vez somos más, sin embargo, quienes pensamos que el término ciberperiodismo es el más pertinente a todos, por razones de precisión, concisión y respeto a la lengua española que más adelante detallaré.

Pero antes debemos preguntarnos por la necesidad de un neologismo. ¿Acaso el término "periodismo" no basta por sí solo para designar la labor de los medios y los periodistas en las redes interactivas?

Parece que no. De lo contrario, tantos profesionales y académicos no se habrían visto en la necesidad de adjetivar al sustantivo periodismo con términos como los que se han mencionado más arriba. De que esta nueva forma de informar sea periodismo no parece haber dudas, salvo para algunos (Martínez Albertos, 1997: 37); y tampoco parece que existan dudas de que se trata de una nueva forma de periodismo, con características propias, que la distinguen del periodismo practicado hasta finales del siglo XX por la prensa, la radio y la televisión. No es más de lo mismo.

Quizás el problema para otorgar definitivamente carta de naturaleza al ciberperiodismo sea precisamente su todavía corta vida. Es mucho el trecho recorrido en poco tiempo por los cibermedios, pero todavía quedan metas muy importantes por alcanzar (Salaverría, 2005). De entrada, romper con el olvido, cuando no menosprecio, que recibe el ejercicio del periodismo en medios digitales por parte de periodistas de otros soportes.

En su libro Periodismo en la Red, publicado en la nada lejana fecha de 2002, Jaime Estévez reconocía que por entonces, aun en el caso de los medios que disponían de redacciones unidas en un mismo lugar, se seguía manteniendo una división entre los periodistas del papel y de Internet. "Lo que no he visto es ningún caso -detallaba Estévez- son periodistas "de papel" que se preocupen por incorporar enlaces (links) a las fuentes de las noticias, de adjuntar en soporte electrónico la documentación que se les ha facilitado en una rueda de prensa o auto judicial, o d preocuparse, en definitiva, por adecuar sus informaciones al uso que de ellas pueda hacerse cuando hayan sido procesadas para Internet" (Estévez, 2002: 178). Con cautelas similares se expresaban por las mismas fechas autores como Javier Díaz Noci para quien los medios de Internet no estaban por entonces "al final de ningún camino, sino al comienzo de algo que algún día puede llegar" (Díaz Noci, 2002: 203)- y Concha Edo:

Ni se ha llegado a crear un medio nuevo, ni existe un lenguaje nuevo que saque todo el partido posible al hipertexto o a la interactividad, ni se cuente todavía demasiado con las intervenciones de los lectores, ni se ofrece -en este caso, por las limitaciones que marca la tecnología- material audiovisual de calidad. Y aunque sí es cierto que las noticias se dan, como exige el espacio cibernético, en tiempo real, todavía no existen los nuevos medios, los medios multimedia (Edo, 2002: 110).

Muchas cosas sin conseguir todavía. Quizás demasiadas, ciertamente, como para que se hable de la consolidación de un nuevo periodismo en los comienzos del siglo XXII. Pero recordemos que la trayectoria histórica de los cibermedios es muy corta todavía: los primeros medios en la Web datan de 1994 (Carlson, 2003: 49-50; Beckett, 1994). Así que, ya que al escribir estas líneas los cibermedios alcanzan poco más de una década de evolución, el balance que cabe hacer es mucho más optimista: son muchísimas las cosas que se han alcanzado ya. Tantas como para que podamos hablar, con plena certeza, del definitivo advenimiento -si bien no consolidación- de un nuevo modo de periodismo: el ciberperiodismo.

Se trata de una nueva modalidad profesional del periodismo en general porque modifica los tres procesos básicos en los que se basa esta profesión: la investigación, la producción y la difusión. El empleo por parte de los periodistas de las redes interactivas y de sus fondos documentales digitalizados han supuesto una revolución en los métodos de investigación y acceso a las fuentes. En segundo lugar, los procesos y formas de producción de los contenidos periodísticos también han experimentado profundos cambios gracias a las herramientas digitales. Por último, en lo que se refiere a la difusión, la especificidad del ciberperiodismo se ve avalada por la aparición de nuevos medios que emplean las plataformas digitales, y muy especialmente Internet, para publicar sus contenidos aprovechando las nuevas posibilidades hipertextuales, interactivas y multimedia.

Nadie discute, por ejemplo, que los periodismos en prensa, radio o televisión tienen identidades diferentes, a pesar de compartir elementos comunes. Son manifestaciones distintas del periodismo, en virtud de su diferente soporte. Y es precisamente el soporte el que determina los procesos editoriales y lenguajes de cada tipo de periodismo. Por eso la consolidación de una nueva plataforma de difusión, representada por las redes interactivas y en particular por Internet supone un argumento clave a la hora de saludar la aparición de una nueva forma de periodismo. Así como el papel, las ondas radiofónicas y la televisión alumbraron en su día formas de expresión específicas, los ordenadores y las redes -el ciberespacio, en definitiva -han descubierto un campo propio para una nueva forma de periodismo.

 

 

 

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