Blogia
mesadetrabajo

APUNTES PARA EL ESTUDIO DE LA TELEVISIÓN LOCAL EN CUBA

APUNTES PARA EL ESTUDIO DE LA TELEVISIÓN LOCAL EN CUBA

Este trabajo fue presentado en el Festival Internacional de la Televisión 2012, La Habana.

MSc. DAGMAR HERRERA BARREDA,
Profesora de la Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
dagmar@fcom.uh.cu, dagmarhb@enet.cu

Introducción

Las ideas que hoy quiero compartir en este panel forman parte de resultados de una línea de una investigación que desde hace aproximadamente seis años venimos desarrollando en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y que ha tenido como centro a la televisión que hacemos en las localidades de Cuba. Esta línea, que ya cuenta con interesantes resultados a nivel de pre y postgrado, surge a partir de la puesta en marcha de nuevos telecentros y corresponsalías en diferentes municipios del país.

Acercarnos a esta modalidad de televisión, a las potencialidades que posee y la forma en que se ha implementado en el país presupone también una aproximación al Sistema de la Televisión Cubana, sus estructuras territoriales y locales, a la vez que se constituye como un aporte al propio desarrollo del medio.

Que estemos hablando hoy de televisión local en Cuba no es un hecho fortuito. Es consecuencia de un largo proceso de descentralización y territorialización del medio, cuyo resultado principal es la presencia en más de 100 municipios del país de telecentros corresponsalías y canales de televisión que integran el Sistema de la Televisión Cubana (STVC).

Este Sistema está compuesto por: 

1 Canal Internacional (Cubavisión Internacional),
5 Canales Nacionales (Cubavisión, Tele Rebelde, Canal Educativo, Canal Educativo 2 y Multivisión),
1 Productora de Audiovisuales Comunitarios (Televisión Serrana),
Una estructura territorial compuesta por:
15 Telecentros Provinciales
1 Canal Provincial (Canal Habana),
Y una relativamente nueva presencia local con:
15 Canales municipales (telecentros municipales)
71 Corresponsalías Municipales.

Realizando un paralelismo entre esta configuración y la categorización propuesta por el catedrático e investigador español Miquel de Moragas Spà (en Fernández (Coord.) s/a, pp.91), es posible clasificar a nuestra televisión en función de su área geográfica de cobertura en transnacional, estatal, regional y local-municipal:

--los canales nacionales de televisión, con la televisión estatal.
--los telecentros provinciales, con la televisión territorial o regional.
--los llamados telecentros y corresponsalías municipales, se inscribirían dentro de las televisiones locales/municipales. 

Como se observa, se dispone de una configuración con un alcance extraordinario que acerca la televisión al espectador al ubicarla en los microespacios, a la vez que posibilita la existencia de contenidos locales en las emisiones nacionales.

¿De qué hablamos cuando nos referimos a televisión local? ¿Qué encierra el término televisión local?

Encierra a aquellos centros de producción y transmisión de señales televisivas, con emisiones originadas en la ciudad/localidad en la que se encuentran ubicados y destinadas a la misma y a sus alrededores inmediatos, en los que las temáticas prevalecientes responden a la comunidad de intereses del público local y transmiten de forma regular un elevado por ciento de producciones propias.

Entre los aspectos fundamentales que distinguen a la televisión local se encuentran la capacidad para producir y emitir en y para una zona determinada informaciones de interés local –contenidos netamente locales de producción propia–, el hecho de circunscribirse a un área geográfica delimitada por un municipio y poco más, y constituir un servicio público y un instrumento de participación ciudadana.

Dentro de esta última clasificación y atendiendo al grado de participación de la comunidad, los por cientos de programas propios transmitidos y su vocación e intencionalidad, se encuentran las de proximidad y comunitarias. 

La existencia de canales de televisión en las provincias y municipios destaca como el hecho más significativo y de mayor trascendencia dentro del sistema de televisión nacional y es una muestra evidente de su evolución.

Para los receptores este modelo de televisión facilita la participación en los ámbitos político, cultural, económico y tecnológico, toda vez que permite la circulación de informaciones relacionadas con la práctica y las problemáticas sociales de su entorno inmediato. Además, pone de manifiesto el importantísimo rol que la televisión juega en el mantenimiento de las identidades culturales y, muy especialmente, de aquellas consideradas como minoritarias.

Las expuestas son solo algunas de las bases en las que se sustentan nuestra investigación. Acerquémonos brevemente a la experiencia cubana.

Televisión Cubana. Camino a las localidades.

Televisión provincial/territorial

Cada una de las provincias cubanas, incluyendo al municipio especial Isla de la Juventud cuenta con un canal de televisión, denominado telecentro provincial. Estos iniciaron sus funciones en el país de forma paulatina desde el año 1984.

A diferencia de la tendencia mundial, detectada en consultas bibliográficas y búsquedas en Internet, que denomina como “telecentros” a locales para el acceso a servicios de computación e informática. El término en Cuba se refiere a centros de televisión que transmiten regularmente una programación propia que refleja los intereses culturales, económicos, políticos, sociales y la vida de los pobladores del territorio donde se encuentran ubicados, según establecen sus documentos constitutivos. Estos territorios pueden comprender una o varias ciudades con las áreas rurales circundantes –en el inicio, varias provincias– que conforman una zona más o menos homogénea en cuanto a cultura e historia.

Otra definición de telecentros los caracteriza como “Emisoras de televisión sin frecuencia radioeléctrica propia, que utilizan para sus transmisiones un horario asignado por el sistema televisivo nacional a través de uno de sus canales –Tele Rebelde–. Realizan una programación orientada a informar sobre los acontecimientos provinciales, promover la idiosincrasia del territorio donde están enmarcados y entretener a la audiencia.” (Cabrera y Legañoa, 2007, pp.77)

Al estudiar la historia de la televisión cubana es posible afirmar que la televisión territorial surge por la necesidad de ofrecer una alternativa televisiva a las provincias orientales, a las que solo llegaba uno de los canales que se transmitían desde La Habana y, con el paso de los años, estos centros se fueron articulando en un sistema estructurado, con características, lineamientos, misiones propias y distintas a las de la Televisión Nacional, que aumenta la visibilidad y representatividad de los diferentes sectores e intereses territoriales en el medio, tanto en la provincia como en el aporte a nivel nacional.

No obstante, el hecho de ser medios provinciales influye en que aún la programación responda a intereses macrosociales y en la mayoría de las ocasiones dirigidos a representar en un por ciento elevado la vida de las cabeceras provinciales en las que se ubican. Las zonas rurales y la vida de sus pobladores, con sus necesidades, conflictos y prácticas culturales, no se ve reflejada excepto en función de intereses más amplios o en ocasiones excepcionales.

Es por ello que a partir del año 2003 fue aprobada la idea de construir nuevas estructuras municipales que pudiesen generar una información propia en cada uno de las localidades en que se ubicaran, mantuvieran informada a la población ante situaciones excepcionales y garantizaran una mayor ocupación del espectro radioelectrónico nacional.

Televisión local/municipal. Del cuándo, cómo y por qué surge

Entre los factores fundamentales que posibilitaron el surgimiento de la televisión local en Cuba destaca la unión, por una parte, de los avances tecnológicos producidos en el área de la informática y las comunicaciones, la aparición de nuevos formatos, servicios, canales y el aumento de las capacidades de transmisión, con el quehacer consolidado de los canales regionales de televisión en Cuba (telecentros provinciales), la tradición de las radios municipales, de amplia aceptación popular y el apoyo político e institucional

La idea se consolida cuando la dirección del país decide dotar a 100 municipios de centros de producción y transmisión televisiva que pudieran funcionar en régimen autónomo, con el equipamiento televisivo necesario para generar una información propia en cada uno de estos territorios.

Se designan 17 transmisores a la creación de canales de televisión que responden a la localidad en la que se ubican, 13 para ampliar la transmisión de los telecentros provinciales en una extensión de su programación durante los fines de semana para el municipio cabecera y los restantes a la implementación de corresponsalías municipales.

Pertenecientes al ICRT y atendidos hasta hace poco tiempo por la Dirección Nacional de Telecentros en todo lo relacionado con su funcionamiento interno, producción y transmisión, estos nuevos canales y corresponsalías integrarían el Sistema de la Televisión Cubana y dentro de él, el de la Televisión Territorial, desarrollado a partir de la implementación y paulatina consolidación de los Telecentros Provinciales. Se le otorgaba a la televisión, la posibilidad de convertirse en un medio próximo al público donde el espacio municipal, local, comunitario, tuviese cabida.

El nacimiento de los Telecentros Municipales (TCM) en Cuba, como caso particular, difiere de forma general con las motivaciones que le dan surgimiento a prácticas similares en otras regiones del mundo, En América Latina, por ejemplo, un gran número de ellas son utilizadas para contraponerse al sistema social imperante o como tribuna de comunidades, organizaciones o gremios de trabajadores. En el caso cubano no se les define como televisoras alternativas –al menos no de acuerdo con la definición bastante extendida del término–; sino que descentraliza y complementa al Sistema Nacional de la Televisión, al llenar, haciendo uso de los recursos técnicos y el personal de cada territorio, los vacíos comunicacionales existentes, en función de dar respuesta a intereses de contextos específicos.

Algunos acercamientos a la programación

Resulta imposible en esta ponencia recoger todos los resultados que quisiésemos compartir sobre la experiencia cubana y sus particularidades.

Primeramente quisiéramos destacar que como principales referentes para el trabajo en los canales municipales se encuentran la televisión nacional y provincial, por lo que la tendencia generalizada ha sido a imitar sus formatos y estructuras en la conformación de la programación, aún cuando van ganando en autonomía. Es notable el tránsito gradual de grandes por cientos de programación enlatada a mayor cantidad de programas propios, que va particularizando al subsistema.

Dentro de la programación propia han ocupado un espacio importante las informaciones referidas al contexto local, próximo. Entre los temas priorizados se encuentran los relacionados con el acontecer municipal: las instituciones u organizaciones de la localidad, la juventud, educación y orientación social, el arte y la cultura, la situación socioeconómica de la localidad, la niñez y en consonancia, las fuentes locales son las más empleadas. Los tópicos provinciales o nacionales ocupan un espacio reducido en sus programaciones.

La relación con las instituciones políticas y de masas locales ha aumentado. Además de los convenios implementados en algunos municipios entre empresas y el canal, se establecen vínculos constantes en los que las primeras ofrecen sus opiniones y sugerencias respecto a la programación que se transmite, a la vez que mantienen al telecentro informado de las actividades o acciones que realizan.

En cuanto a la comunicación con los televidentes los canales la mantienen fundamentalmente a través de llamadas telefónicas, cartas a la emisora, encuestas y entrevistas. Otra de las modalidades empleadas son los encuentros informales con los miembros de la localidad, una práctica común en la mayoría de los casos. Estas vías deberían ser aplicadas aún de forma conciente y coherente por parte de los colectivos, así como podrían implementarse otras, en aras de perfeccionar las programaciones y otorgar mayor protagonismo a la comunidad en el proceso comunicativo.

Territorialización de la Televisión Cubana

Siguiendo este desarrollo y a partir de las investigaciones ya mencionadas y que se han realizado desde la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (Legañoa y Cabrera, 2007; Herrera, 2008), es posible establecer la periodización del surgimiento y evolución de los telecentros, canales y corresponsalías municipales en Cuba. La propuesta estaría conformada, hasta el momento actual, por cinco etapas:

--De 1968 a inicios de los años 80: Surgimiento de la televisión territorial en Cuba. La primera etapa inicia con el surgimiento en Santiago de Cuba de Tele Rebelde y se extiende hasta su traslado como canal nacional hacia La Habana, a principios de la década del ochenta, fecha en la que se divide la producción televisiva en el oriente del país con la consolidación de Holguín como segundo centro emisor y se crean otros Centros Regionales de Información en Pinar del Río, Villa Clara y Camagüey.

--De 1984 a inicios de la década del 90: Creación de los Telecetros provinciales. La segunda etapa comienza con la progresiva conversión de los Centros Regionales de Información en unidades presupuestadas estatalmente que además de enviar informaciones de las corresponsalías para La Habana, comienzan a producir programas para sus territorios y a transmitir una hora diaria, utilizando las frecuencias de Tele Rebelde. Se decide nombrar a estas unidades como telecentros provinciales y se incluyen entre ellas a Tele Cubanacán (Villa Clara), TV Camagüey (Camagüey) y Tele Pinar (Pinar del Río). Además, con similares objetivos en el mismo contexto se aprueba la creación de Sol Visión (Guantánamo) e Isla Visión (Isla de la Juventud). Finaliza con el inicio del Periodo Especial.

--De 1990 a 2000: Inicia con el surgimiento de CHTV en La Habana y se extiende hasta la puesta en marcha de TV Avileña (Ciego de Ávila) en el año 2000. Responde básicamente a la necesidad de instituir sedes provinciales de televisión que pudieran aportar informaciones para el sistema televisivo nacional y que a su vez fueran la voz del acontecer territorial en los lugares desde donde transmitían. Este período es reconocido como de Completamiento del sistema televisivo territorial. El área de cobertura se redujo a las fronteras provinciales, transformando los intereses y objetivos de la programación. A partir de una delimitación regional más específica, cada telecentro pudo proyectar una parrilla de programas organizada en función de patrones culturales y de identidad, correspondientes a las particularidades de cada provincia.

--De 2003 a diciembre 2010: Implementación de la televisión de cobertura local o telecentros municipales, como se les ha denominado. Comienza en el año 2003, en el que se manifiestan las primeras pretensiones de ejecutar centros de producción audiovisual en los municipios cubanos. Está subdividida, a su vez, en dos períodos: un momento inicial de surgimiento y prueba de la experiencia con 8 canales y un segundo en el que, a partir de noviembre de 2006, se amplía la red municipal de televisión con la implementación de 9 televisoras y 71 corresponsalías municipales; además de la extensión de horarios de los 13 telecentros provinciales a los fines de semana con una programación de corte local dirigida al municipio cabecera. A partir de la estabilización del trabajo de estos canales y sus relaciones con el resto del sistema de la televisión cubana puede hablarse de la existencia de un subsistema de televisión de cobertura local en Cuba.

--De 2011 a la actualidad: Reestructuración y consolidación del sistema de televisión local. A partir de enero de 2011 y a tono con la nueva distribución político administrativa cubana, los canales locales Tele San José y ArTV pasan a ser canales provinciales. Tele San José cambia su nombre a Tele Mayabeque. Ambos comienzan a transmitir como el resto de los telecentros provinciales y mantienen su programación municipal de fin de semana. Se inician e implementan reestructuraciones al interior del ICRT que cambian la estructura del sistema nacional de televisión. Aún en proceso.

Diferencias entre Canales Municipales  y Telecentros provinciales

Como se habrá notado, al hacer referencia a los telecentros municipales preferimos emplear la terminología de canales locales, canales municipales, o de cobertura local.

El cambio de nomenclatura responde a las diferencias fundamentales que se establecen entre estos canales y los telecentros provinciales (TCP) y que fueron observadas en la investigación. Entre ellas destacan las siguientes:

1-Área de cobertura: en los canales locales el área de cobertura responde al radio de acción de sus transmisiones y por lo general no sobrepasa los 10 o 15Km, lo que les confiere una cobertura menor, incluso, que la extensión municipal. El TCP llega a toda la provincia;

2-Público: el público, por tanto, está definido por ese radio de acción, en los canales locales es más homogéneo, supuestamente, que en los TCP, por cuanto vive en un espacio mucho más reducido, localizado, en el que aumentan los intereses y expectativas comunes;

3-Interacción con receptores y fuentes: las posibilidades de interacción con receptores y fuentes, en consecuencia, aumentan en gran medida en los canales de cobertura local. La relación es mucho más estrecha y directa. En cambio, en los TCP los vínculos son más cercanos con instituciones y órganos provinciales y el público es más heterogéneo, diluido, esparcido por toda su extensión territorial. La representatividad y el tratamiento de la audiencia territorial es más impersonalizado. El público del municipio cabecera es el más atendido y priorizado, aún sin proponérselo.

4-Estructura de la programación: Aún cuando tengan elementos estructurales comunes, en los canales municipales deben priorizarse programas de corte local y comunitario en los que se propicie una mayor interacción con el público, elemento que se establece en menor medida en los TCP.

5-Contenidos de la programación: los contenidos de los programas de los canales municipales deben estar en función de su público. Los contenidos de los TCP responden a intereses más diversos, representativos, en correspondencia con su responsabilidad, áreas de atención y cobertura.

6-Cantidad de horas de programación: el número de horas de programación de los canales municipales, aún cuando en su mayoría transmiten solo los fines de semana, es superior a la cantidad de horas de la programación de los TCP.

7-Señal propia: quizás la más importante y distintiva de las diferencias radica en el hecho de que los TCP no disponen de un transmisor o canal propio, excepto para su extensión de horario durante los fines de semana, cuando funcionan como telecentros municipales. Su señal sale al aire por Tele Rebelde, mientras tanto, las nuevas televisoras locales cuentan con un transmisor que no los hace dependientes de otro canal. Cada uno transmite por una frecuencia propia. O sea, son realmente canales materializados tanto en su proceso productivo como en la independencia de su señal al aire y no centros de elaboración de programas que emplean otra frecuencia para transmitir.

La denominación “telecentro” crea, por tanto, una homología entre las dos modalidades analizadas que no se corresponde exactamente con la realidad.

Conclusiones

Las televisoras de cobertura local en Cuba o televisión municipal, surgen como canales de titularidad pública, al igual que el resto de los medios nacionales y por sus características componen un subsistema de televisión local dentro del Sistema de Televisión Cubana, a su vez se ubicado dentro del Sistema de Comunicación Pública. Se rigen para su trabajo por la Política de Programación del ICRT, ajustándola a las características del territorio en que se ubican.

Sus basamentos supraestructurales son similares a los del resto de los componentes de la televisión nacional, con la particularidad de que debe ajustarse a las especificidades y exigencias del medio en el espacio local. Cuentan todos con similar infraestructura técnica, que se distingue por ser lo suficientemente avanzada y con elementos identitarios definidos que los agrupan. Encuentran su núcleo principal en el espíritu de los municipios y sus habitantes. Una condición que debe ser aprovechada con más fuerza.
Aún cuando quede mucho camino por andar, la experiencia comienza a consolidarse y definirse como única y ha mostrado ser, en su poco tiempo de implementada, poseedora de características que la muestran como válida y con innumerables potencialidades.

Hemos optado por enunciar, en forma de puntos y como resumen, los aportes fundamentales que en nuestra opinión y en las palabras de especialistas, directivos y trabajadores encuestados o entrevistados, ya brindan en conjunto los canales municipales:

--El público de las comunidades locales cuenta con una vía inmediata para estar informado de lo que ocurre en su territorio y que no le llega por otro canal.

--Se abordan temas, situaciones y problemas de la realidad local, que forman parte de las interioridades del municipio.

--Ofrecen la posibilidad de abordar con prontitud los problemas que más aquejan a la población y favorecen en la búsqueda de soluciones.

--Aumenta el nivel de representación de la realidad municipal y sus actores tanto en el espacio local como en el provincial y nacional.

--Aumentan las posibilidades de satisfacer las necesidades educativas y de entretenimiento de la localidad.

--Son vías de orientación y facilitación social.

--Se reafirman y enriquecen los valores, costumbres y la idiosincrasia local.

--Se constituye como un canal de comunicación directa entre las autoridades locales y el público.

--Son fuentes de empleo de personal fundamentalmente joven que tiene un espacio donde desarrollarse y superarse profesionalmente, a la vez que se aprovechan las posibilidades de los profesionales del territorio con inclinación hacia el medio.

--Se afianzan como una vía de difusión de los talentos locales.

--Contribuyen a la diversificación y complementación del Sistema Nacional de la Televisión Cubana.

--Constituyen una herramienta importante de comunicación ante eventualidades o situaciones excepcionales.

Otra de las conclusiones fundamentales a las que se puede arribar después del estudio de la televisión en las localidades cubanas es la presencia de elementos comunes que nos permiten pensar que se está conformando un modelo de televisión local en Cuba, particular y auténtico, que tiene como principal antecedente a la experiencia de la televisión provincial en el país y que encuentra su paralelo en las tendencias de televisión local en Latinoamérica y Europa. Entre estos elementos destacan:

--Igual base político-ideológica-cultural,

--Ocupan el mismo nivel dentro del Sistema Nacional de Televisión,

--Iguales lineamientos, Objetivos, Funciones y Deberes,

--Iguales referentes formales, éticos y estéticos,

--Poseen en su interior las mismas estructuras organizativas y de dirección,

--Similares mecanismos de selección y habilitación del personal,

--Plantillas laborales idénticas,

--Similar infraestructura técnica y material,

--Similares perfiles de programación y tipologías de contenidos,

--Comparten iguales técnicas, herramientas, géneros periodísticos y comunicativos,

--Similares métodos de interacción con el público y las entidades locales.

A estos se suma la manera de resaltar los valores, costumbres, acontecer del municipio en el que radican a partir de fuentes locales, la presencia de programas de factura propia, fundamentalmente informativos y de orientación social que responden a los intereses del municipio, “se ve el reflejo de cada pueblo. Cada persona disfruta y aprovecha su canal y lo ve como una vía más de la Revolución para actuar en su bienestar, en el aumento de su cultura, su conocimiento”. (Comunicación personal, C. A. Sánchez, Dir. Gibaravisión, 2008), además de coincidir en la juventud y voluntad de sus realizadores.

Con las bases ya sentadas, una práctica innegable que muestra resultados positivos, una reflexión en desarrollo y una proyección de cómo articular los diferentes niveles de interrelación al interior del sistema de televisoras de cobertura local y con el resto de los componentes del Sistema de la Televisión Cubana y del Sistema Nacional de Medios cubanos, trabajamos como próximo paso en la articulación del mencionado modelo.

 

0 comentarios