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Periodismo Hipermedia

BREVE APROXIMACIÓN AL MUNDO DE LOS WEBLOGS

BREVE APROXIMACIÓN AL MUNDO DE LOS WEBLOGS

Lic. MIGUEL ERNESTO GÓMEZ MASJUÁN,

Profesor de la Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.

masjuan@fcom.uh.cu

El fenómeno de las bitácoras no ha hecho más que empezar.

Solo ahora comienza muy tímidamente a ser tomado

en serio por los grandes Medios de Comunicación.

José Luis Orihuela

Los marinos llevaban registros de sus viajes y  de sus vidas en pequeños diarios llamados bitácoras. Muchos pasaron a la historia como importantes documentos. Por ejemplo,  el de Cristóbal Colón permitió conocer interioridades sobre su encuentro con las culturas americanas. Marco Polo se hizo famoso por las descripciones de los países asiáticos, cuidadosamente anotados en su diario.

Ahora vivimos tiempos nuevos y los diarios personales también pueden ser publicados con facilidad en Internet, son los weblogs.

Encontrar definiciones exactas para los weblogs no solo es complicado, sino que la búsqueda también corre el riesgo de quedar obsoleta ante la vertiginosidad con que se producen los cambios en el planeta Internet. Por el momento, los weblogs son comprendidos como sitios web donde se recopilan cronológicamente mensajes de uno o varios autores, sobre una temática o a modo de diario personal.

En ellos se  comparten elementos comunes, como una lista de enlaces a otros weblogs y constan de un archivo de entradas anteriores con enlaces permanentes para que se pueda citar una anotación. Además,  poseen una función que permite añadir comentarios.

Cualquier persona del mundo con un ordenador y una conexión a Internet puede crear en cuestión de pocos minutos su weblog o diario personal y publicar en él lo que estime conveniente.

La mayoría de los weblogs suelen ser sitios informales. Páginas personales con textos, fotografías y enlaces. Casi todos funcionan como diarios íntimos abiertos a la comunidad internauta y, en la mayor parte de ellos, se puede participar o contrastar opiniones. Lo normal es que una sola persona -el creador- los mantenga, por eso los hay de todo tipo y tendencia.

Un  weblog permite con facilidad la colocación en la red de una amplia variedad de contenidos. Así, pueden aparecer en línea ensayos, documentos en cualquier formato (Word, PDF, ficheros Power Point), gráficos y multimedia. Cada artículo o post aparece con la fecha en que fue colocado on-line para que los internautas puedan seguir la ruta de pensamiento del autor.

Los weblogs combinan distintos recursos de Internet: sirven como buscador, en cuanto recomiendan vínculos, se asemejan al correo electrónico por el estilo informal en el que están escrito, se relacionan con foros de opinión, ya que los lectores hacen comentarios y las páginas responden esencialmente a la interactividad.

De ahí que se les considere la nueva forma de hacer sitios web dinámicos. Es que al utilizarlos se resuelven la mayoría de los problemas que tienen las páginas estáticas, como falta de un buscador e índice, la dificultad de la actualización y la caducidad de los vínculos internos.

Para lograr la publicación de un weblog no se necesitan grandes conocimientos informáticos, puede ser tan sencillo como elegir un nombre de usuario y una clave. El nivel de complejidad de las páginas, su diseño y su contenido está muy relacionado con el conocimiento, la capacidad narrativa y la intencionalidad del autor.

El primer paso para crear un weblog es acceder a uno de los sitios que ofrece alojamiento gratuito, por ejemplo http://www.blogger.com/. Este es uno de los más populares, pero no el único. Los periodistas cubanos también emplean ya.com y wordpress.com.  La forma de crear un blog en cada uno de estos sitios es similar. Una vez allí se activa una cuenta personal, la persona elige un nick, luego monta la página en pocos minutos a través de estos pasos: título del log + descripción, opción de alojamiento, elección de dirección (por ejemplo http://nombre.blogspot.com/) y se pasa entonces a las opciones de diseño que están ya predeterminadas o el usuario puede crear su propia configuración. Fin de la historia. Ahora solo queda la actualización.

Este es un punto donde el periodismo cubano ha quedado detrás. No pretendo hacer en este artículo un análisis profundo del fenómeno de los blogs en Cuba, sobre todo porque ya la Msc. Milena Recio hizo una primera incursión en ellos, disponible en su blog personal: Enlaces, Para pensar el periodismo digital, pero sí resulta preocupante comprobar que los errores que la profesora Recio detectó en su estudio todavía se mantienen o peor, se repiten en los nuevos sitios creados.

Persiste el lento flujo de actualizaciones diarias y, además, es muy bajo el nivel de aprovechamiento de los recursos hipertextuales, interactivos e hipermediales que ofrecen los weblogs.

Seguimos atados a la rutina de reproducir en nuestra weblog el artículo publicado en el medio sin interiorizar una regla básica de ese periodismo "para y con Internet": el usuario que visita el blog no espera lo mismo que el lector, el radioescucha o televidente de los medios tradicionales.

Todavía es poco habitual en los weblogs de periodistas cubanos la presencia de enlaces o recursos de información que sirvan como complemento al post. Ante esta realidad, que a veces puede ser desalentadora, resulta imprescindible promover entre los periodistas y los estudiantes en las diversas facultades que ahora existen en el país, la necesidad de utilizar con sentido las nuevas herramientas. No hacemos nada si en las redacciones se instalan nuevos y modernos equipos, si se nos ofrece el servicio de conectividad remota en nuestros hogares y luego desaprovechamos el espacio socializador que nos brindan los weblogs.

Las posibilidades para desarrollar weblogs funcionales y que tengan un verdadero impacto en los usuarios son ilimitadas. El verdadero éxito dependerá de cuánto empeño pongamos en su elaboración y de nuestra capacidad de superarnos cada día.

Bibliografía:

Orihuela Colliva, José Luis: Internet: los caminos del futuro, en Revista Poética Almacén.

En  url: http://librodenotas.com/almacen/Archivos/003805.html Consultada el 10/9/07

Recio Silva, Milena: Blogs Cuba: Identidad atrincherada.

En url: http://enlaces.wordpress.com/2006/05/14/blogs-cuba-identidad-atrincherada-
tercera-parte. Consultada el 11/9/07

Rodríguez Calzadilla, Nora: Blogosfera cubana; recién nacido fenómeno que se abre pasos en la Red digital. En url: http://www.radiocubana.cu/documentales_radio/blogosfera_cubana_recien_nacido_fenomeno_

que_se_abre_pasos_en_la_red_digital.asp. Consultada el 10/9/07

REPENSAR LOS ROLES AUTOR-LECTOR. ENTRE DEBERES Y HACERES

REPENSAR LOS ROLES AUTOR-LECTOR. ENTRE DEBERES Y HACERES

Acercamiento a la hipertextualidad y la interactividad en el periodismo digital cubano.


Lic. ANIDELYS RODRÍGUEZ BRITO,

Profesora de la Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.

La permanente innovación tecnológica provee nuevas herramientas para la producción de contenidos y servicios que no remiten necesariamente a la inauguración de nuevos usos comunicativos, sino que perfeccionan, agregan, renuevan, perpetúan los moldes precedentes, a partir de las novedosas posibilidades expresivas del ciberespacio.

Hace una década, los medios cubanos comenzaron a adentrarse en la Red, en un alumbramiento prematuro, apresurado, violentado por necesidades políticas reales de ampliar la presencia del país en espacios físicos y virtuales. Lejos de nacer tras un proceso de gestación natural, espontáneo; el advenimiento de las web periodísticas cubanas, se ha correspondido, generalmente, a emergencias coyunturales.

Estas urgencias han dado a la luz web periodísticas que, casi en su totalidad, han denotado el desconocimiento de las dimensiones de la comunicación en Red, así como las profundas afectaciones que el nuevo entorno ha provocado en los contenidos, las organizaciones, las audiencias, y los propios emisores.

En el devenir del nuevo perfil profesional en Cuba, las prácticas cotidianas, las horas-máquina, han sido la escuela común -y única durante no pocos años- de los hacedores de los medios digitales cubanos. En nuestro país, los condicionamientos culturales, la necesidad de la aprehensión cultural de lo digital, intervienen considerablemente en la disyunción entre deberes y haceres.

La "nueva" narrativa hipertextual

Los medios tradicionales al construir un discurso de la realidad con un único camino de principio a fin, refrendan la asida concepción de secuencialidad propia de la cultura occidental. La continuidad discursiva solo se concibe apelando a la semiosis infinita

"El periodista que hemos conocido es un narrador concentrado en su discurso, muy observador del texto y poco observador del contexto del texto, diríamos. Los medios tradicionales son meros continentes del tributo que cada periodista y cada «material» hacen al todo. Ya sea en el periódico impreso, en la revista radial o en el noticiero de televisión, los discursos aparecen casi siempre yuxtapuestos, y en el mejor de los casos coordinados por débiles y a veces artificiales elementos conectivos. Las formas en que se ordena la reunión de narraciones o relatos sobre la realidad responde casi siempre a razones extratextuales. Esta puede ser una de las causas fundamentales del modo fragmentado en que se representa la realidad en los medios tradicionales. En los espacios informativos se introduce un número limitado de relatos sobre sucesos cuya interrelación no puede ser dilucidada fácilmente. Los aconteceres narrados no suelen guardar entre sí ninguna relación aparente. Los distintos planos y aristas de la realidad casi nunca se cortan -nótese el argot geométrico. El acontecimiento no se interpreta cabalmente: algunas de sus caras solo se yuxtaponen. La desconexión entre los acontecimientos relatados, provengan o no de una misma circunstancia, dificulta una comprensión compleja de la realidad, sesga la capacidad de análisis crítico, y permite que la omisión de hechos o de «enfoques» pase inadvertida para el público, y acaso también para los propios periodistas". 

El hipertexto, una de las potencialidades más extraordinarias del periodismo para y con Internet, busca acercarse al pensamiento humano, al sustentarse en el acceso no secuencial a los contenidos  y rompe definitivamente con el "muro de la página, [propio de la] Galaxia de Gutenberg, donde la lógica del discurso y la misma continuidad de la lectura imponen un desarrollo estrictamente lineal, la relación espacio-tiempo conspira contra la dialéctica, creando una dimensión que, literal y metafóricamente, puede denominarse plana".  

Desde la perspectiva informática, el hipertexto se traduce en un conjunto de nudos (palabras, páginas, imágenes, gráficos, sonidos) relacionados por un entretejido de conexiones.  El ambiente informático del hipertexto electrónico "favorece la interacción amigable con la representación icónica de las estructuras de información y de los comandos".

La hipertextualidad deviene un concepto revolucionario desde su concepción misma: rompe con los límites y la jerarquía de la información, establecidos por el emisor y al decir de George P. Landow, se deben abandonar los actuales sistemas apegados a nociones como centromargen, jerarquía, y linealidad, sustituyéndolas por la multilinealidad, nudos, nexos, redes, trayectorias irregulares

No existe un núcleo central sino centros provisores. A partir de cualquier enlace es posible llegar a los otros eslabones por medio de conexiones múltiples. Al establecer su recorrido, cada lector configura un texto específico, provisional, de acuerdo con sus intereses. El hipertexto potencializa así la lectura multisecuencial y la construcción de sentidos.  El recorrido no lineal faculta nuevas posibilidades de intervención por parte de los lectores. No existen más recursos únicos y definitivos para la lectura.

La hipertextualidad se traduce en posibilidades de participación para el usuario toda vez que subvierte el modelo de comunicación unidireccional de los medios tradicionales. En la práctica, lejos de sujetar al lector a un tipo de organización particular de jerarquía informativa, este puede sugerirla en cierta medida; se trata de ofrecerle un producto que le proponga una serie de senderos, y/o le posibilite intervenir en "la producción y colocación de lexias asociadas (no derivadas), autónomas e independientes". 

Varios autores coinciden en situar al hipertexto electrónico, como la base para la reconfiguración de la actividad periodística al proporcionar nuevas prácticas de escritura y lectura: "la estructura hipertextual de las historias y el apoyo de elementos audiovisuales implican el nacimiento de nuevas fórmulas narrativas y la consiguiente redefinición de los géneros periodísticos clásicos". 

En este sentido el hipertexto favorece la intertextualidad, entendida como doble apertura: del texto al exterior -con fronteras móviles y temporales, en la práctica se traduce en el acto de conectar textos de sitios distintos a partir de temáticas semejantes-, y del texto al lector situado fuera del hipertexto, aunque provisionalmente.

La intertextualidad puede asociarse entonces con las características de ausencia de cierre del hipertexto electrónico: "La permanente abertura del texto al lector frustra la expectativa de un fin que proviene de la narrativa tradicional. Las múltiples conexiones posibles amenazan el cierre habitual, pues estimulan al lector a comenzar a leer un nuevo texto sin haber terminado el anterior. Esto conlleva incertidumbres relativas al fin del texto, a la cantidad leída y a lo que aún resta por leer". 

Siguiendo la clasificación del hipertexto propuesta por la profesora Milena Recio, en el devenir de las web periodísticas cubanas, encontramos el predominio de los hipertextos organizativos -enlaces que intervienen en la estructuración y organización del sitio en general. Nos permiten interactuar desde la Portada o Index y simulan la acción de pasar una página con la punta de los dedos-. El hipertexto informativo -enlaces dentro de los contenidos que proporcionan la ampliación de fuentes, informaciones, conocimientos- ha sido muy poco explotado, lo que resta movilidad al usuario y aleja a los medios cubanos del modo de presentar y leer la información en el entorno digital. En este sentido, solo algunos sitios periodísticos cubanos han adoptado la concepción de "noticias relacionadas".

Los medios digitales cubanos han heredado también la descontextualización  de la prensa tradicional. Los elementos relacionados, antecedentes, y consecuencias de los hechos narrados, son obviados frecuentemente. De este modo quedan subutilizadas las posibilidades documentales del hipertexto, que permite, mediante enlaces, que cualquier palabra pueda ser punto de partida para una ampliación documental por parte del lector.

En el contexto cubano apenas si ha proliferado la abertura del texto hacia el exterior -intertextualidad- y la conexión en red para posibilitar que el usuario acceda a las fuentes de la información. La intratextualidad ha sido mucho más favorecida.

... La promesa interactiva

La interactividad suele estar asociada a dos concepciones fundamentales: una enfocada en la relación del usuario con la máquina, y otra que enfatiza en "las relaciones interpersonales mediatizadas por las máquinas". La primera está asociada, desde una perspectiva informática, al estudio de interfaces. La segunda ha sido esbozada desde una arista sociocultural.

A diferencia de la interacción, la interactividad supone que el usuario no es un testigo pasivo de la información. Se estará generando interactividad "si [el usuario] cuenta con los estímulos suficientes para integrar las herramientas informáticas y comunicarse con ellas, volcando sobre la información primaria sus ideas y su creatividad". 

Desde la dimensión sociocultural, la interactividad es la traducción de la participación social al ciberespacio, y como tal puede estar sometida a manipulaciones. No es sin embargo hasta que el usuario pasa de la exploración a la creación de contenidos, que se puede hablar realmente de participación sustantiva. 

La interactividad constituye una de las herramientas más revolucionadoras de la Red, en tanto subvierte completamente el modelo transmisivo de los medios tradicionales, así como la demarcada relación emisor-receptor, del paradigma dominante en el devenir de la comunicación de masas.

En la Red de redes asistimos al desplazamiento del rol controlador de  editores y periodistas sobre los contenidos y la audiencia, propio de los procesos de comunicación pública institucionalizados. En el "nuevo" entorno mediático, todos somos potenciales emisores, receptores y fuentes de información al mismo tiempo.

Esta modalidad comunicativa exclusiva del escenario digital, provee espacios para los discursos marginados tradicionalmente: permite al usuario participar en la creación del producto, y le posibilita interactuar con el emisor, con otros usuarios, y con los contenidos. 

En la práctica, las publicaciones digitales suelen moverse entre tres niveles de interactividad: el primero, se caracteriza por la posibilidad de entrar en contacto con el periodista o webmaster del sitio por medio del correo electrónico para hacer reclamaciones, ofrecer sugerencias o solicitar información. En un segundo nivel, el lector es llamado a opinar a partir de las opciones dadas. El tercero, comprende las prácticas en las cuales el usuario contribuye a la elaboración de la noticia -en este nivel "la separación entre autor y lector será apenas una contingencia nunca absoluta y reversible en cualquier momento." 

A partir de la activación de enlaces informativos de la propuesta hipertextual, pasando por meros elementos de retroalimentación, hasta la cooperación del usuario en las dinámicas comunicativas propias del ciberespacio y el intercambio con otros usuarios, varios autores coinciden en señalar cierta gradación de la interactividad. En este sentido encontramos consenso sobre la existencia de cuatro posibles niveles que se suponen respectivamente, en la medida en que van ganando en complejización:  

1- "La actividad que logra el usuario a partir de ciertos atributos de hardware (a través de dispositivos periféricos como el teclado, el mouse o los speakers).

2- "La acción sobre la interfaz de software (las interfaces gráficas, y el sistema de ventanas, multiplicaron las posibilidades de interactividad con el usuario).

3- "La acción del usuario sobre el sistema (mediante la «personalización», la definición de trayectorias, etc.).

4- "Cuando se pasa de la exploración a la creación (el sistema permite la modificación no prevista de antemano, el usuario puede agregar contenido y trabajar en colaboración con otros usuarios)".

La interactividad supone construcción de sentido entre los actores de la comunicación: "Los medios periodísticos online tienen ante sí la potencialidad de provocar un desplazamiento radical desde un modelo difusionista, hacia un modelo de relación interactivista, en lo cual quedarían conjuntamente implicados varios niveles y funciones del periodismo contemporáneo: el contenido, el proceso y el encargo social. La variación en una sola de estas dimensiones no asegura tal desplazamiento. Y es lo que ocurre en la mayoría de los casos cuando solo se valora, desde una perspectiva tecnologicista, como fundamental, la introducción de mecanismos o dispositivos de interacción que en la práctica no proveen nuevas formas de valorizar voces e ideas hasta ahora marginadas dentro de los procesos de la comunicación pública".

En el contexto cubano la interactividad es vista con mucho recelo. No se puede desconocer que Cuba ha sido un país bloqueado y agredido por más de 40 años e Internet ha devenido también como escenario para este enfrentamiento. La sobredimensión de este elemento, además de las carencias tecnológicas, tiene un alarmante reflejo en la escasa implementación de herramientas interactivas en las publicaciones electrónicas de los medios de prensa cubanos.

Todavía son muy escasos los recursos interactivos de que dispone la prensa online, y muchas veces no rebasan "el mínimo encargo de permitir la conexión entre personas. (...) Sabemos, por la simple observación y la relación cotidiana que tenemos con medios de prensa online, que las informaciones y las opiniones que pueden aportar los lectores siguen siendo marginales dentro de la propuesta que hacen los medios".

Las opciones interactivas que aparecen en los medios digitales cubanos, más bien son modos de retroalimentación que permiten a los usuarios, comunicarse con el webmaster y/o con la redacción, vía un buzón de correo electrónico común. La posibilidad de enviar un mensaje directamente a los periodistas a través de la dirección electrónica de cada uno de los que escribe para Internet, no es de uso corriente. Dentro de la propuesta que hacen los medios digitales cubanos, no han sido concebidos espacio abiertos a las informaciones y opiniones que puedan aportar los lectores.

El margen de participación abierto al usuario ha sido sumamente limitado. La mayoría de las encuestas están diseñadas para respuestas predeterminas, donde la función del usuario se limita a marcar una de las opciones presentadas por el medio, que propone también las preguntas. Los foros de debate siempre se montan para referirse a los sucesos priorizados en las agendas de la prensa, y en todos los casos están "mediados" por un emisor que decide lo que publica o no, y en el momento en que lo hace. Los chats -aunque promueven los temas informativos priorizados por el medio-, han sido escasos.

Se hace necesario valorar, en el caso de la interactividad -herramienta que revoluciona el paisaje comunicativo de los medios tradicionales-, hasta qué punto es más pertinente continuar aplazando esta cualidad que le confiere el nuevo entorno al periodismo digital, o trazar una estrategia consecuente con los riesgos que pueda implicar su asunción, en nuestro contexto.

La hipertextualidad, como la interactividad y el periodismo digital propiamente, se baten entre los modelos ideales que describen el deber ser y los que se corresponden con las prácticas profesionales. El prometido ideal teórico de repensar los roles autor-lector ha quedado aplazado. La cifra de las web periodísticas cubanas contabilizadas hasta la fecha, dan fe de que se ha rebasado un primer momento, donde era preciso e inminente nuestra salida online. Ahora se impone trabajar en función de un producto periodístico acorde a las nuevas y cada vez mayores exigencias del entorno digital. Lo prioritario es "articular formas eficientes, novedosas y revolucionarias de comunicar, de poner en común. Y esto se justifica tanto por la urgencia de sobrevivir como por la urgencia de perdurar."

 

DEL PERIODISMO AL CIBERPERIODISMO

DEL PERIODISMO AL CIBERPERIODISMO

Ramón Salaverría,

Tomado del libro Redacción Periodística en Internet. 

¿Ciberperiodismo? Quizás el término le sorprenda. Es probable que incluso le produzca reparo o, más aún, aversión. ¿Para qué manchar un término de tanta solera como "periodismo" con el prefijo "ciber", que suena a novela de ciencia-ficción o a cafetería con ordenadores? ¿Qué tiene esto que ver con la profesión de informar?

Mucho, como trataré de mostrar en este libro. Ahora bien, confieso de entrada que a mí mismo me resulta todavía incómodo emplear el término ciberperiodismo y recurro a veces a otras etiquetas que en los últimos años se han utilizado para designar la nueva vertiente del periodismo. Me refiero a expresiones como periodismo "online", periodismo electrónico, periodismo en red, periodismo multimedia y, sobre todo, periodismo digital, la que mayor éxito ha alcanzado.

Aunque suponga nadar contracorriente, cada vez somos más, sin embargo, quienes pensamos que el término ciberperiodismo es el más pertinente a todos, por razones de precisión, concisión y respeto a la lengua española que más adelante detallaré.

Pero antes debemos preguntarnos por la necesidad de un neologismo. ¿Acaso el término "periodismo" no basta por sí solo para designar la labor de los medios y los periodistas en las redes interactivas?

Parece que no. De lo contrario, tantos profesionales y académicos no se habrían visto en la necesidad de adjetivar al sustantivo periodismo con términos como los que se han mencionado más arriba. De que esta nueva forma de informar sea periodismo no parece haber dudas, salvo para algunos (Martínez Albertos, 1997: 37); y tampoco parece que existan dudas de que se trata de una nueva forma de periodismo, con características propias, que la distinguen del periodismo practicado hasta finales del siglo XX por la prensa, la radio y la televisión. No es más de lo mismo.

Quizás el problema para otorgar definitivamente carta de naturaleza al ciberperiodismo sea precisamente su todavía corta vida. Es mucho el trecho recorrido en poco tiempo por los cibermedios, pero todavía quedan metas muy importantes por alcanzar (Salaverría, 2005). De entrada, romper con el olvido, cuando no menosprecio, que recibe el ejercicio del periodismo en medios digitales por parte de periodistas de otros soportes.

En su libro Periodismo en la Red, publicado en la nada lejana fecha de 2002, Jaime Estévez reconocía que por entonces, aun en el caso de los medios que disponían de redacciones unidas en un mismo lugar, se seguía manteniendo una división entre los periodistas del papel y de Internet. "Lo que no he visto es ningún caso -detallaba Estévez- son periodistas "de papel" que se preocupen por incorporar enlaces (links) a las fuentes de las noticias, de adjuntar en soporte electrónico la documentación que se les ha facilitado en una rueda de prensa o auto judicial, o d preocuparse, en definitiva, por adecuar sus informaciones al uso que de ellas pueda hacerse cuando hayan sido procesadas para Internet" (Estévez, 2002: 178). Con cautelas similares se expresaban por las mismas fechas autores como Javier Díaz Noci para quien los medios de Internet no estaban por entonces "al final de ningún camino, sino al comienzo de algo que algún día puede llegar" (Díaz Noci, 2002: 203)- y Concha Edo:

Ni se ha llegado a crear un medio nuevo, ni existe un lenguaje nuevo que saque todo el partido posible al hipertexto o a la interactividad, ni se cuente todavía demasiado con las intervenciones de los lectores, ni se ofrece -en este caso, por las limitaciones que marca la tecnología- material audiovisual de calidad. Y aunque sí es cierto que las noticias se dan, como exige el espacio cibernético, en tiempo real, todavía no existen los nuevos medios, los medios multimedia (Edo, 2002: 110).

Muchas cosas sin conseguir todavía. Quizás demasiadas, ciertamente, como para que se hable de la consolidación de un nuevo periodismo en los comienzos del siglo XXII. Pero recordemos que la trayectoria histórica de los cibermedios es muy corta todavía: los primeros medios en la Web datan de 1994 (Carlson, 2003: 49-50; Beckett, 1994). Así que, ya que al escribir estas líneas los cibermedios alcanzan poco más de una década de evolución, el balance que cabe hacer es mucho más optimista: son muchísimas las cosas que se han alcanzado ya. Tantas como para que podamos hablar, con plena certeza, del definitivo advenimiento -si bien no consolidación- de un nuevo modo de periodismo: el ciberperiodismo.

Se trata de una nueva modalidad profesional del periodismo en general porque modifica los tres procesos básicos en los que se basa esta profesión: la investigación, la producción y la difusión. El empleo por parte de los periodistas de las redes interactivas y de sus fondos documentales digitalizados han supuesto una revolución en los métodos de investigación y acceso a las fuentes. En segundo lugar, los procesos y formas de producción de los contenidos periodísticos también han experimentado profundos cambios gracias a las herramientas digitales. Por último, en lo que se refiere a la difusión, la especificidad del ciberperiodismo se ve avalada por la aparición de nuevos medios que emplean las plataformas digitales, y muy especialmente Internet, para publicar sus contenidos aprovechando las nuevas posibilidades hipertextuales, interactivas y multimedia.

Nadie discute, por ejemplo, que los periodismos en prensa, radio o televisión tienen identidades diferentes, a pesar de compartir elementos comunes. Son manifestaciones distintas del periodismo, en virtud de su diferente soporte. Y es precisamente el soporte el que determina los procesos editoriales y lenguajes de cada tipo de periodismo. Por eso la consolidación de una nueva plataforma de difusión, representada por las redes interactivas y en particular por Internet supone un argumento clave a la hora de saludar la aparición de una nueva forma de periodismo. Así como el papel, las ondas radiofónicas y la televisión alumbraron en su día formas de expresión específicas, los ordenadores y las redes -el ciberespacio, en definitiva -han descubierto un campo propio para una nueva forma de periodismo.