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ANTONIO MACEO: UN ATENTADO A DESHORA (LO QUE PATRIA DEJÓ IMPRESO)

ANTONIO MACEO: UN ATENTADO A DESHORA (LO QUE PATRIA DEJÓ IMPRESO)

Lic. RANDY SABORIT MORA,

Profesor de la Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.

Sábado en  la noche a la salida del teatro en una ciudad latinoamericana.  Todo en calma, hasta que agentes españoles desenfundan sus armas. Uno, dos, varios disparos. ¡Maceo! Es la noche del sábado 10 de noviembre de 1894 a la salida de un  teatro en San José,  Costa Rica, y  el General Antonio, ¿herido o muerto?

En Cuba cuando alguien lo comparan con Antonio Maceo le están diciendo hombre en grado superlativo. Aquel mulato que se graduó de hombre bajo la lluvia y las balas  de la guerra se le conoce también como el protagonista del grito de Baraguá que acalló la astucia del General español Martínez Campos. Es el Titán de Bronce  para todos los cubanos porque en su cuerpo soportó hasta 27 heridas, una de ellas la recibió  próximo al inicio de la guerra del 95.

En la mañana del sábado 10 de noviembre de 1894 PATRIA había circulado  de manera habitual por distintos puntos de la emigración. Sus páginas, obviamente,  no podían prever el suceso de aquella noche; pero había que saber si el General estaba  vivo o muerto. Desde el domingo el semanario vivía en la desesperación  por obtener noticias para informarlo al público el sábado siguiente. La semana transcurría entre el telégrafo y las cartas:

Amigo muy querido, así comienza la misiva que Martí le enviara al General oriental el 17 de noviembre, y continúa: ¿Cómo no me contesta los cables? ¿No se imagina mi ansiedad? ¿Herido, y le pregunto cómo sigue y no me dice? ¿Qué digo a cuantos me preguntan? ¿Y este cable, que precipita mi vuelta a Nueva York  y no logro entender?  En la misma fecha de la carta PATRIA informaba del suceso, pero no publicaba todos los detalles porque no los tenía a mano, se evitaba levantar falsas expectativas,  era preferible ser serios y oportunos en las reflexiones. La objetividad era una de las premisas editoriales del periódico.

La epístola en cuestión continúa: ... siendo usted el hombre independiente y viril que es, puede faltarle algo, pasado mañana lunes a primera ocasión, le enviaré $200.00 (dólares), no se me vaya a ver en la necesidad de adelantar algo y no tenerlo. Acá quedo en mi absoluta decisión. Pendemos de Gómez y la Isla solo exige, entusiasta y dispuesta, que designe  fecha precisa e inmediata. Todo está a punto - ¡y el vapor, ya demorado tres veces, no llega hasta fin de este mes! ¿Qué hacer?

De la preocupación por el hombre imprescindible que es Maceo se pasa al desasosiego constante por la guerra impostergable. A Martí le preocupaba que el dinero levantado con sacrificio pudiera perderse. El autonomismo en la Isla estaba en descrédito, las Reformas de Maura no eran la solución: ...a usted previsor, a usted con quien he juntado pecho de hermano- a usted cubano y hombre, me dirijo principalmente, para que me ayude en mi sobriedad, salvemos de todo peligro lo que nos quedaría de haber errado ahora (...) ¿Y de usted? ¿ de su herida?¿ qué fue, que no me responde, y firma el cable Tomás Deru? Lleno de ansiedad escribe, en la prisa de un tren.  Así concluye.

Mucho hizo PATRIA para que en la edición del sábado 17 de noviembre de 1894 -el número posterior al 10- se publicara la noticia de lo ocurrido a Maceo, al menos en tercera plana  y de forma escueta.  Se trata de un Extra con lo más reciente tomado de un despacho fechado en San José, Costa  Rica un día después del atentado. Con esa noticia -Alcance al número 136, como enfatizara el semanario- se daba paso a los comentarios de los diversos periódicos que citaría la publicación en el próximo número del 24 de noviembre.

En esa entrega (no. 138) la foto de Antonio Maceo aparece en portada. Los trabajos periodísticos que abordan el atentado cubren columnas desde la primera hasta la tercera plana.  El acontecimiento conjuga  los valores noticia -proximidad, interés humano, consecuencia- que demandan un tratamiento exclusivo.  Reiteramos que Maceo sería uno de los  jefes principales de la  guerra que se preparaba. El gobierno español de entonces pretendía retardar la contienda. Casi dos páginas con informaciones de periódicos costarricenses y españoles para develar de la manera más objetiva  posible los antecedentes y circunstancias del  hecho, sin especulaciones.

En primera plana permanecen las secciones fijas sobre las Bases del Partido Revolucionario Cubano (PRC),  el Directorio del PRC y la relación de Clubs. La foto de Antonio Maceo ocupa el extremo superior de la columna más a la derecha. Un bandolero antecede en el orden jerárquico de la plana a  El atentado de San José de Costa Rica (sus precedentes y el relato del suceso). ¿Qué hilos editoriales  los relacionaba?   El primer artículo se publica sin firma, pero el lector  puede percibir que detrás  de los argumentos expuestos está la capacidad analítica de  José Martí. Realmente le pertenece: Más bandolero es quien roba honras que quien roba bolsos (...) Más bandolero es aún quien roba honras útiles a la patria que quien roba honras privadas...

Un bandolero da cuenta  de cómo alguien en La Habana ha difamado sobre la relación entre Maceo y Martí.  Se dice que  aquel  suministra dinero a este (no cientos sino miles). PATRIA precisa y aclara. Deshace la calumnia con la verdad sustentada en razones.

El atentado de San José de Costa Rica reúne una serie de trabajos que dan seguimiento al tema. El porqué tantos periódicos como fuentes, más allá de las entrelíneas queda explícito en el propio texto: De los periódicos mismos, sin necesidad de acudir a cartas cuya imparcialidad pudiera ponerse en duda, resulta el relato íntegro que PATRIA extractará solo para que la relación sea hecha en el lenguaje y con los hechos indiscutibles de los diarios del lugar.

Por estos días Martí da orientaciones editoriales precisas a Sotero Figueroa, el impresor puertorriqueño, para que priorice lo referido al atentado a Maceo: Si quiere prestar a PATRIA un verdadero servicio, ponga a trabajar a toda su gente de manera que salga, hoy y si es posible, mañana muy temprano, el número con todos los documentos del caso Maceo. Usted calcule cuánto urge. ¿Podrá usted hacer algún esfuerzo?- Ahí van 4 y medio  (de cuartillas)- medio más escribiré sobre esto, 2 envié a usted esta mañana, una debe estar ya: son ocho, -y media más de fondo, podemos salir (...) PD:Suspenda, pues lo de Gonzalo.(1)

Se ha citado hasta la posdata porque también ella revela cómo Martí piensa el periódico y sugiere las prioridades a tener en cuenta.  Hay que dar la importancia que merece el atentado. El espacio de PATRIA no alcanza para publicar todos los artículos que esperan. El  de Gonzalo aborda un tema clave: la propaganda temible que en los hogares de emigrados cubanos se hacía en contra de la guerra. Pero lo de Maceo no podía postergarse.  Lo de Gonzalo de Quesada  se publicaría en el  número siguiente.

PATRIA tuvo que ofrecer todos los comentarios y versiones a su alcance para que sus lectores, ansiosos hacía dos semanas, pudieran  formarse un criterio sobre el suceso. Mucha debió haber sido la intriga y las especulaciones. Tocaba  a PATRIA orientar. Después de publicado el número del 24 de de noviembre, Martí escribió a Maceo:

Al fin supe de usted  sé que por su noble herida me lo quieren más. ¿No me ha sentido en estos días cerca de usted al lado de su sillón? ¿A  qué hablarle de lo pasado? Ya eso es pasado y usted está en plena salud. ¿De qué le vale si no el cariño que a mi alrededor le muestra todo el mundo, la ansiedad con que se han estado esperando noticias, la alegría con que han sabido las que por las cartas de Loynaz supe ayer, y PATRIA publica hoy?

En el atentado a Maceo murió un español de nombre Isidro Incera. PATRIA cita  una pequeña nota  de título España y Cuba tomada  de El Pabellón Liberal de Costa Rica, decía: Ojalá la sangre de Isidro (2) el bueno y Maceo el valiente sean vínculo racional, que una  entre nosotros en la mayor  armonía a los hijos de la Península con los de la Perla de los mares.

PATRIA se hizo eco de ese mensaje en busca la concordia que debía existir entre cubanos y españoles como vencimiento de todo odio. Idea que  había defendido ese periódico desde que apareció un 14 de marzo de 1892.  

Notas:

(1) Carta a Sotero Figueroa: Nueva York, noviembre de 1894.

(2) Isidro Incera fue un comerciante español que murió   a causa de los tiros de un grupo de españoles, la noche del 10 de noviembre de 1894 cuando el atentado a Maceo.

 

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