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Periodismo de Agencias

¿ESTILOS SIN FRONTERAS?

¿ESTILOS SIN FRONTERAS?

Tendencias en los estilos de las agencias internacionales AP, Reuters, AFP, EFE, IPS y PL

Licenciados IVET GONZÁLEZ LEMES Y LUIS BRIZUELA BRÍNGUEZ,

profesores de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

La era digital reformatea las agencias. ¿La gran empresa periodística?, ¿El templo de la objetividad?, ¿La más precisa, rápida y veraz?, ¿Corresponsalías en casi todo el mundo?, preguntas como estas vienen a la mente cuando se mencionan las agencias de noticias internacionales. Si buscamos información de actualidad en Internet, aparecerán muchas de estas siglas, tan conocidas en el mundo entero: AP, AFP, Reuters, EFE, PL, IPS...

Las agencias del siglo XXI realizan, casi exclusivamente, todo el trabajo reporteril y buscan ofrecer un producto comunicativo que satisfaga las necesidades de los medios, sus clientes. Su figura más importante, el corresponsal, todavía representa el símbolo imperecedero de profesional dedicado, perseguidor incansable de la noticia. El heredero de los menanti, novellanti, rapportisti o gazzettanti, recorre innumerables geografías, sin la pluma y el papel de antaño; ahora compite por la premisa armado con celulares, ordenadores y cuanta invención digital, que acorte las distancias y el tiempo con rapidez de conexión.

Desde su surgimiento, los adelantos tecnológicos han influenciado el estilo de las agencias informativas, y a la par, han ampliado sus horizontes comerciales. Si en sus inicios, gracias al telégrafo y los altos precios de su servicio, la agencia norteamericana AP inauguró la estructura de pirámide invertida encabezada por el lead, en los tiempos de Internet puede estar gestándose en las agencias una nueva forma de hacer periodismo.

Previo al comienzo de la era digital, la aparición y desarrollo como Mass Media de la Radio y la Televisión, provocaron un redimensionamiento del trabajo de las agencias y del propio diarismo. Las revistas innovaron en una nueva solución funcional y estilística: el periodismo interpretativo. Tanto la prensa diaria como las agencias noticiosas comenzaron un proceso de apropiación de la nueva forma, que ha alcanzado su auge mayor en nuestros días e impera en los circuitos actuales.

Con la automatización de las transmisiones se han reducido los costos, y los imperativos de concisión, síntesis y precisión que requería la agencia de antes para su eficiencia empresarial, ahora se flexibilizan e influyen en la manera de elaborar la noticia. Aparecen despachos con características nuevas que se salen de los rígidos marcos del estilo informativo tradicional, y se incursiona en la interpretación, hasta violar la frontera con lo editorializante. De la información pura, directa, escueta ha pasado a notas enriquecidas con antecedentes, contextos e incluso, a la evaluación y la estimación de los hechos.     

Breve espacio sobre le estilo cablegráfico

El estilo es la manera de ser, de proyectarse hacia el exterior. Es la identidad, la singularidad que permite la diferenciación. Pero en el caso de las agencias, cabría preguntarse, cuál es su estilo.

"El periodismo de las agencias de noticias tiene una cantidad de aspectos específicos que no han sido tratados aun en el mundo literario de una forma sistemática y comprensiva" (Haskovec y First, 1984: 7). La aseveración de los autores checos describe aún la producción teórica sobre el estilo y otras cuestiones relacionadas con las agencias de noticias.

Las demandas de los clientes influyen en los modos de expresión, en las reglas y normas de selección que condicionan la elaboración de los textos de las agencias. El lenguaje cablegráfico se distingue por la búsqueda de la máxima neutralización expresiva de sus textos, para satisfacer con un producto general las expectativas de los diferentes medios de comunicación.

La actividad de la agencia está enfocada sobre temas actuales de naturaleza informativa. Su trabajo "trata sobre noticias de sucesos de cierta importancia, combinada con la rápida interpretación de eventos políticos y económicos" (Ibíd.: 11). Como las agencias de noticias se dedican principalmente al suministro de información actual, "predominan en ellas aquellos elementos típicos del estilo informativo en general, especialmente presentación de los hechos, brevedad de expresión, énfasis e inteligibilidad" (Ibíd.: 15)

De acuerdo a la visión clásica de las agencias informativas, solo se explota en su cast diario las potencialidades del estilo informativo. Desde los finales del siglo pasado, el estilo interpretativo se posicionó en los medios de comunicación, especialmente en los periódicos y revistas, y hasta influyó en el trabajo de las agencias. Durante la década del ´70, "también las agencias de prensa combinaban el periodismo informativo con el interpretativo, abandonando el monocultivo del primero que tantos días de gloria le había proporcionado"  (Sanmartí, 2003: 334).

La visión de Sanmartí desliza sobre el tapete una realidad sobre las prácticas actuales de las agencias, que no se ha estudiado con el suficiente énfasis: la apropiación que han hecho ellas del estilo interpretativo. De acuerdo a las ideas de este teórico, en la actualidad las tendencias estilísticas de sus textos deben oscilar entre el informativo y el interpretativo.

Los autores checos destierran el estilo ameno o folletinista del trabajo de las agencias; pero puede explotarse dentro de los servicios especiales, que ofrecen todas estas compañías. Lo mismo sucede con el estilo de solicitación de opinión, reservado exclusivamente para los servicios especiales, donde no se evidencia el estilo cablegráfico en toda su propiedad.

Es en el cast diario donde se diferencian las reglas de selección del lenguaje, privativas de las agencias, aquellas que las distinguen de los modos expresivos de los otros media. Sus normas de elección, desde su surgimiento, se establecen y cambian en consonancia con los cambios sociales, muy específicamente los cambios tecnológicos.

La estrecha relación que mantienen los dos estilos permitió que la inclusión del interpretativo no rompiese con las exigencias del lenguaje cablegráfico,  caracterizado por la reducción al máximo de la expresividad de vocabulario. Ambos estilos buscan presentar los hechos de la forma más imparcial y verdadera, aunque el interpretativo se corresponde con un concepto diferente y amplio de la noticia.

Otro factor que permitió la asunción del interpretativo fueron las posibilidades de los adelantos tecnológicos. Con la tecnología digital se abarataron los costos de transmisión y aumentó el alcance y calidad a la hora de enviar los productos de la agencia a los clientes. El soporte digital permite un tratamiento de la información rápido, tanto por parte de las agencias como de los clientes.

Si antaño el reportero debía desechar elementos de las noticias de importancia secundaria o terciaria, ahora pueden ser incluidos, quedando a decisión de los clientes cual elemento usar. La extensión de los despachos ofrece mayor margen al desarrollo de los acontecimientos, y pueden incluirse textos interpretativos, que exigen más espacio que las notas informativas tradicionales.

Para los teóricos checos, el estilo de las agencias posee elementos típicos resumibles en la presentación de los hechos, la brevedad de la expresión y el énfasis en la inteligibilidad. Estos rasgos del estilo cablegráfico mantienen actualidad, pero con otros matices.

La presentación de los hechos ha sufrido transformaciones por la introducción del estilo interpretativo. La agencia ha abierto sus pautas, cubre los anuncios de hechos, y realiza predicciones: los criterios de actualidad son menos rígidos.

Los modos expresivos de estas empresas todavía abogan por la presentación objetiva de los acontecimientos, reflejada en la elección de instrumentos lingüísticos como la prioridad de palabras o frases del lenguaje periodístico, ante otras de estilo literario. Todo esto encaminado a cumplir la función informativa, caracterizada por difundir hechos desconocidos, de la forma más objetiva posible y determinada por la ausencia de juicios, opiniones o apreciaciones personales sobre el hecho.

De todos los medios de comunicación, es la agencia quien opera con el criterio más acérrimo de rapidez. Ella satisface las necesidades de información de los medios que tienen como receptores al público en general. Si una agencia reporta con más rapidez que el resto, alcanzará valor de suministradora eficiente, y aumentará el número de clientes. El estilo cablegráfico subraya la necesidad de una formulación breve, del estilo conciso, que suscite estandarización, para lograr una transmisión rápida.

La claridad es un rasgo del estilo periodístico en general, y en la agencia debe seguirse con mayor rigor. Ella se perfila como expresión al alcance de todos, pensamiento diáfano, conceptos precisos, sintaxis correcta y vocabulario asequible; y se logra cuando "pensamiento del que escribe penetra sin esfuerzo en la mente del receptor" (Marín y Leñero, 1990: 47).

En las agencias de noticias se cultivan los estilos informativo e interpretativo, caracterizados por presentar los hechos de manera objetiva -sin abusar del término-; pero reconocen la imposibilidad humana, y por tanto periodística de aprehender todos los elementos de la realidad. El estilo no constituye garantía de objetividad. Por esta razón se maneja el criterio de intencionalidad, el cual, en el caso de las agencias no debe exceder los límites de lo evitable. Toda intromisión latente y directa de la subjetividad del redactor debe desecharse del despacho cablegráfico.

La intencionalidad constituye "la valoración que realiza el reportero de elementos de la noticia y el ordenamiento en función de esta valoración, llevan implícita una determinada carga ideológica. La omisión o postergación de uno de ellos o, por el contrario, el resaltamiento de otro, da al receptor un mensaje con determinado valor político-ideológico"  (Ibíd.: 49).

Si recordamos lo planteado por los estudiosos sobre la confusión entre estilo interpretativo y de solicitación de opinión en la praxis periodística, en las mismas agencias puede manifestarse la tendencia negativa hacia modos editorializantes, reservados solo para los servicios especiales.

Nuestra investigación no cierra el espectro de posibilidades: el estilo de las agencias puede inclinarse, en la práctica diaria, hacia modos expresivos propios de la información, la interpretación o la opinión.    

El escalpelo frente a las empresas periodísticas

Las incisiones que realice el investigador en su objeto de estudio deben regirse por un profundo conocimiento del tema, así su escalpelo se dirigirá a los lugares más sensibles, y científicamente ricos en resultados. Para lograr una sistematización lo más fidedigna posible de los elementos indicadores de los rasgos estilísticos, nos planteamos los siguientes objetivos:

- Definir las tendencias en el estilo de la producción cablegráfica actual de las agencias informativas internacionales AP, Reuters, AFP, EFE, IPS y PL.

- Estudiar y analizar el discurso periodístico de las agencias teniendo en cuenta algunos componentes lingüísticos.

- Determinar los soportes de mayor empleo en la estructuración de los textos de las agencias.

- Determinar cuáles géneros periodísticos predominan en el cast cablegráfico cotidiano de las agencias internacionales AP, Reuters, AFP, EFE, IPS y PL.

- Analizar en qué medida los libros de estilo tributan, influyen y condicionan las tendencias en el estilo de las agencias.

Después estructuramos una metodología cuali-cuanti que nos permitió adentrarnos desde diferentes ángulos en el objeto de estudio, los cuales enriquecieron y confirmaron las apreciaciones que sobre el estilo de las agencias ofrecemos a continuación. Los instrumentos que estructuramos fueron un análisis de contenido cuantitativo, la investigación bibliográfica-documental y la entrevista en profundidad.

Las incisiones revelan nortes

Los resultados arrojados después de casi un año de pesquisas y análisis nos permitieron indicar toda una serie de nortes que indican el camino de las actuales agencias de información internacional.

A pesar de las transformaciones por la era digital, el estilo predominante en ellas sigue siendo el informativo-interpretativo, el cual ocupa el más vasto volumen de sus elaboraciones diarias.

De esta manera, los postulados del periodismo más tradicional, siguen vigentes después de casi dos siglos de puestos en práctica, demostrando su validez y oportunidades para la descripción noticiosa de los sucesos.

Al mismo tiempo, se está dando un fenómeno nuevo que es la aparición de agencias dedicadas, ya no a proveer de la primicia informativa, sino abocadas a esclarecer, ahondar y proyectar todas las aristas de un hecho noticioso. IPS es un buen ejemplo que nos satisfizo incluir en nuestras pesquisas.

Del resto de las agencias, las que incluyen con un poco más de intensidad los matices interpretativos son AFP y Reuters, aunque prima la tendencia informativa. Esto se avala por la proporción de los soportes explicativos y juicios lógicos, un poco mayor que en EFE, AP y PL, en las cuales los modos expresivos de la fórmula

Times se manifiestan parcamente

No obstante, se aprecia como la interpretación sigue ganando terreno dentro de esta industria noticiosa, concretamente en las empresas de información general que explotan acontecimientos al instante. La introducción considerable de antecedentes, contextos y juicios lógicos reafirman la reflexión anterior, más aún si recordamos la tradición informativa centenaria de las agencias de noticias, inaugurada por la Associated Press.

En la nota informativa, la interpretación se ha colado más bajo los predios de la información, que desgajada de toda actitud descriptiva rectora. Los antecedentes y contextos ganan espacio en las notas informativas, al punto que detectamos juicios lógicos de los reporteros a medida que la información desciende, momento donde cobra auge el background.

La Inter Press Services abandona esta directriz, pues su trabajo solo responde a las estructuras interpretativas. La supeditación de elementos del estilo interpretativo bajo cualidades descriptivas suele manifestarse comúnmente, en las empresas inclinadas hacia la información al minuto.

Sin embargo, esta apuesta por la contextualización y proyección de las noticias, no se corresponde con una utilización amplia de todas las posibilidades y recursos que brinda el estilo interpretativo.

El abundante espectro de razonamientos lógicos, que desde la génesis del periodismo explicativo se ha ensanchado, encuentra un aprovechamiento menguado en la producción cablegráfica general. IPS, aunque se dedica medularmente a la interpretación, concentra su labor en las facilidades explicativas de los analíticos y sintéticos para mantener en menor escala, o nula, la presencia de hipotéticos y disyuntivos.

Reuters, por su parte, emplea en índices bastante altos los juicios hipotéticos, y en un segundo lugar los sintéticos y analíticos. PL y AP abogan por pronosticar y analizar con bajas intensidades, mientras AFP se proyecta hacia el futuro y ahonda en los acontecimientos con porcentajes considerables.

A esto se suma el insuficiente empleo de géneros interpretativos en la producción informativa -sólo relatos en profundidad, y en menor medida reportajes o entrevistas-: estrechez indiscutible del horizonte de posibilidades de los rasgos de ideación. En el caso de IPS solo emitieron relatos en profundidad, aunque su manual estilístico estipula la realización de entrevistas y crónicas, ausentes el día de nuestras pesquisas.

Por ello, nos atrevemos a afirmar que las agencias estudiadas están dejando escapar la posibilidad de ofrecer aristas disímiles de cualquier hecho, profundizarlos en mayor medida y hacer de ellos un faro, que a la vez de ofrecer diferentes luces esclarecedoras, sirvan de punto focal para dilucidar lo anterior, lo presente y las proyecciones de un suceso.

Pero en este singular panorama, comienzan a aparecer en el cast marcas del estilo editorializante, lo cual supone una tendencia hacia la inclusión de valoraciones subjetivas de los periodistas en un flujo que, tradicionalmente, se tuvo como paradigma de "objetividad" y "neutralidad" informativa.

Resulta significativo que, de las diferentes categorías y subcategorías que evidenciaban la presencia del editorialismo, el basamento de su desarrollo dentro de la producción cablegráfica encuentra nicho en el juicio categórico.

Aunque todas de una forma u otra presentan marcas de editorialismo, son PL e IPS son las que más incluyen elementos subjetivos del periodista en la conformación del despacho. Más cercana a las anteriores se presenta EFE, mientras Reuters, AP y AFP manifiestan un poco menos las consideraciones personales de los emisores.

El caso de PL, tiene su raíz en la apropiación del comentario para presentar el hecho noticioso, lo cual se refrenda en su carta estilística. Esta práctica provoca que los rasgos de la solicitación de opinión traspasen los marcos de ese género, y contaminen a los informativos e interpretativos.

IPS, por su parte, demuestra con los altos índices de juicios categóricos que su vocación interpretativa se mezcla regularmente con los modos expresivos de la opinión. Por ende, confirma la idea de los teóricos Martínez Albertos, Emy Armañanzas y Javier Díaz Noci, que ratifican la susceptibilidad de la interpretación para solapar aseveraciones emocionales.

EFE y AFP, agencias de lenguas romances, podrían experimentar ese corrimiento hacia la emisión de juicios categóricos por el empleo de idiomas que, a juicio de Díaz Noci se caracterizan por un alto nivel metafórico y una avocación adjetival múltiple. Los casos de AP y Reuters se encuentran en franca contradicción con lo estipulado por sus libros de estilo, asentados sobre la más recia inclinación informativa directa.

Los manuales más antiguos sobre Redacción Periodística y estilo  gastan innumerables páginas en execrar todo lo que huela a adjetivación e intromisiones del yo-redactor; sin embargo, en la era de la prensa de servicios, donde se mantienen las normativas de separar opinión de información, las calificaciones marcadamente emocionales ocupan un índice considerablemente alto.

Desde hace algún tiempo, los estudios sobre Periodística reconocen la inevitable intromisión subjetiva del redactor; pero abogan por cercarla a la inevitable selección de fuentes, colocación y jerarquía de los elementos que conforman el relato. Ese adjetivo fuerte, moralizador y casi inevitable en la cultura latina, puede evitarse al máximo, así lo demuestran una buena cantidad de despachos balanceados y bien pulidos, presentes ese mismo día.

Ese cuidado por evitar la adjetivación se ha relajado un poco en la práctica: única explicación que encontramos a las alarmantes cifras de juicios categóricos.

¿Hacia dónde camina el estilo de las agencias internacionales de noticias, principales reporteras, entes presenciales de la realidad filtrada y transportada que llega al público receptor? Si los espacios se abren a la interpretación de noticias, no es para abogar por la más ligera y tendiente a la solicitación de opinión, sino para ofrecer un análisis cuidado, con predicciones variadas y fuentes de disímiles signos políticos.

Los devaneos entre interpretación y opinión hace varios años que quedaron resueltos, a favor de la unidad estilística con la información directa de la fórmula Times; sin embargo, las entrevistas con los corresponsales denotaron rezagos de la asociación errónea entre interpretación y opinión, a excepción solo de los periodistas de AFP.

Muchos despachos padecen consecuencias de la hibridación entre los estilos: se inician con el lead y mantienen la pirámide invertida durante buena parte del relato, hasta que el conglomerado de antecedentes y contextos en función analítica, la truncan, a la par que se suavizan las defensas y aparecen los juicios categóricos.

Los servicios especiales de las agencias pueden aportar todo tipo de textos. La oferta de artículos o comentarios no tiene por qué romper con la misión de estas empresas, siempre y cuando se dirijan a clientes específicos. Al menos eso está ocurriendo con IPS, según el testimonio de la jefa de su corresponsalía en La Habana.

La confirmación de nuestra tercera hipótesis, nos induce a especular que esta hibridación puede resultar negativa toda vez que la confusión entre el campo interpretativo y opinativo desvirtúa el esfuerzo exegético del relato, poniendo en duda la ética del redactor y de la propia agencia.

Con el desarrollo de este trabajo, pudimos constatar que los libros de estilo se pronuncian con relación al tema estilo de forma diferente: IPS asume su inclinación interpretativa abiertamente; AP no se adhiere a una tendencia específica, pero proscribe el opinativo toda vez que desecha el género comentario de su cast.

El resto de las agencias no explicita en sus cartas por cual estilo se inclinan, aunque lo dedujimos por los rasgos de ideación que manejan. PL incluye géneros propios de cada uno de los estilos periodísticos; Reuters junto con EFE incluyen la nota y varios interpretativos. Solo en el caso de AFP no podemos precisar si define explícitamente por cual estilo se inclina, aunque los géneros del digesto y las entrevistas arrojaron que  interpretan e informan.

La no delimitación y explicación pertinente de los estilos periodísticos que explota su agencia, podría estar repercutiendo en la calidad y univocidad expresiva de los despachos.

Creemos que la existencia de cada estilo es una razón suficiente para no mezclarlos, pues cada uno tiene su razón de ser e indica, la disposición que se adopta frente al hecho noticioso. La combinación de estos indistintamente, empaña y confunde los objetivos informativos de toda agencia, que busca la credibilidad a toda costa.

Todas las fronteras no se erigieron para violarlas, cruzarlas o vilipendiarlas. Sabemos que toda reja es una invitación en ciernes al cruce, a experimentar la grata sensación que resulta conquistar lo prohibido.

Más allá de valladares infranqueables, los límites que impone cada estilo es la premisa fundamental para que el relato dimane toda la información, sin entropías ni dislates que afecten su entendimiento. Cada relato trasluce las intenciones y fines de quien los escribió: eso es el estilo; por eso la necesidad de utilizarlo juiciosamente, sin dobleces.

Más allá del obligado y útil conocimiento, nos queda la posibilidad de incorporar a nuestra futura profesión, las mejores y más adecuadas formas de presentar un hecho, teniendo en cuenta la responsabilidad que como difusores de información y reflexiones, tenemos.

Si algo carece de límites es el respeto por la profesión, la honestidad y la superación constantes que cada profesional debe asumir, sin importar el medio al cual pertenece. Ese es el verdadero estilo del periodista y afortunadamente, no tiene ni tendrá fronteras.

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Libros de estilo:

Normas de estilo de la agencia EFE (versión digital).

Normas de estilo de la agencia AFP (versión digital)

Normas de estilo de la agencia Reuters (versión digital)

Normas de estilo de la agencia IPS (versión digital)

Normas de estilo de la agencia PL (versión digital)

El mensaje periodístico de las agencias de noticias: recursos lingüísticos vs. objetividad

El mensaje periodístico de las agencias de noticias: recursos lingüísticos vs. objetividad

Dra. María de los Ángeles González Borges,

Profesora Titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

 

El proceso de producción noticiosa en una agencia informativa reviste características muy especiales, tanto en lo que corresponde a la selección y determinación de los acontecimientos noticiables, al tratamiento de fuentes, la fase de realización de los productos, como en su última etapa, la transmisión del mensaje.

Complejos factores se entretejen, condicionan o interactúan para otorgar a este proceso una serie de rasgos que pueden catalogarse como únicos y que se asientan en la misma naturaleza de la agencia, institución que desempeña las funciones de fuente del resto del sistema de medios, intermediaria entre estos y medio en sí misma.

La agencia trabaja en un porcentaje muy alto noticias de carácter internacional, con lo que ocupó un lugar hegemónico en el tráfico de estos mensajes en el nivel mundial.

Los mensajes que ininterrumpidamente llegan a la agencia por las diversas vías de comunicación desde sus corresponsalías, son sometidos a un procesamiento más o menos veloz en dependencia del desarrollo y de la estructura que, estrechamente vinculada con éste, posea la agencia.

Los receptores y/o clientes reciben el producto informativo y lo utilizan según sus intereses, para publicar, citar, archivar o como base para la elaboración de otros textos periodísticos.

El proceso informativo de la agencia tiene como rasgos distintivos la rapidez, la operatividad y la competitividad. Los productos de ese proceso, los mensajes, tienen como principios ineludibles la actualidad y la brevedad.

Los textos de agencia, sintéticos y concentrados en el ahora, son productos perecederos y su valor radica justamente en la cercanía entre el momento en que ocurre el acontecimiento y aquel en que la noticia es difundida.

La síntesis y la brevedad están condicionadas también por la competencia y el espacio que quiere ganarse en el medio-cliente.

El control editorial, ejercido desde las sedes centrales, o casas matrices, asegura homogeneidad estilística y estandarización en los modos de elaborar los mensajes que, sin dudas, implican violentar las prácticas de oficio propias de cada medio.

La redacción de los servicios de agencia, especialmente de los despachos noticiosos, es una de las fases del tratamiento informativo que revelan con mayor fidelidad rasgos típicos del lenguaje del medio que nos ocupa.

En su función de fuente, la agencia difunde diversidad de servicios informativos hacia los clientes, receptores heterogéneos, que seleccionan los productos según sus propias expectativas, rutinas productivas, concepto de noticia, culturas e ideologías profesionales.

Mientras mayor coincidencia de significados exista entre emisor y receptor, más posibilidades tiene el producto de irrumpir en el sistema de medios.

Por su propia naturaleza competitiva, estas empresas informativas se han caracterizado por un control muy estricto de su proceso con el fin de lograr una óptima eficacia comunicativa y de llegar antes que su competidor y con calidad, a sus receptores.

Convenciones, empleo estricto de los libros de estilo, apego a los rasgos de ideación del periodismo: estilos y géneros, signan un proceso que logró durante más de un siglo, homogeneizar, uniformar, el lenguaje del resto de los medios.

De manera general, los libros de estilo en el periodismo desempeñan funciones lingüísticas para la fijación de normas en áreas de controversia del lenguaje, para la absorción de nuevos términos, unificación o defensa del idioma (Fernández. 1987).

Como en ningún otro medio de comunicación, el libro de estilo de una agencia se convierte en una herramienta imprescindible, en una rutina muy establecida, para el tratamiento informativo de los textos periodísticos.

La agencia española EFE, por ejemplo, se distingue por la intención de proteger  nuestro idioma. El libro de estilo de esta empresa es trascendido por los documentos que con sistematicidad publica en torno al lenguaje, la emisión de su flujo diario durante un período, el léxico.

Periodistas y lingüistas se unen en esta empresa informativa en comisiones, simposios, en torno al lenguaje de las agencias y de los medios en general.

LENGUAJE Y ESTILO PERIODÍSTICO EN LAS AGENCIAS

Los rasgos de ideación, estilos y géneros, no son más que los modos o formas de hacer, la manera en que se plasma el lenguaje periodístico, el lenguaje de los medios de comunicación.

Conforma este hacer una trilogía integrada por el estilo informativo: descriptivo, directo, en un primer nivel, e interpretativo en el segundo nivel; el estilo opinativo o editorializante y el ameno o folletinesco, según la propuesta de José Luis Martínez Albertos y a la cual se adhieren diversos especialistas y estudiosos del lenguaje periodístico.

La aplicación del estilo permite al autor emplear recursos lingüísticos y retóricos orientados a conseguir la belleza (Martínez, 2001).

El periodismo de agencia opta por el primer estilo, en sus dos niveles. Concebida como fuente surtidora del sistema, la agencia ha estado limitada para producir textos que respondan a los restantes estilos.

Rasgos comunes a esos modos de hacer del periodismo en general, tipifican a la información de estas entidades. Sin embargo, también normativas un tanto particulares, singulares, han caracterizado la información de dichas empresas.

El lenguaje periodístico en las agencias ha debido adecuarse a un deber ser de "lenguaje medio" como recurso para responder a las expectativas de una gran diversidad de clientes que reciben sus servicios (Hernando, 1990).

Concisión, claridad, estructura que capte la atención, objetividad, adecuación, son rasgos distintivos del estilo cablegráfico.

Es normativa en la producción de agencia la elección cuidadosa, certera, de vocablos; la adecuación del léxico local a uno más universal. La brevedad, la síntesis, que impone el querer ganar espacio en sus receptores, provoca  el empleo de un estilo denso que obliga a cargar de sentido cada línea, palabra, frase.

La construcción en sintaxis regular, no marcada estilísticamente, el empleo del verbo en pretérito del indicativo, el uso del presente histórico cuando se citan publicaciones del día, el no empleo de la voz pasiva, han formado  parte de las normativas de la producción de agencias.

También ha sido excluido del quehacer cablegráfico el empleo de construcciones lingüísticas connotativas, más vinculadas al periodismo en estilo de opinión o editorializante.

La construcción de párrafos de hasta 35 palabras el primero y hasta 50 los restantes, con una sintaxis regular según la norma prescriptiva y un vocabulario que permita claridad en el texto, integran esas normativas.

Los párrafos, independientes, deben contener una idea desarrollada, sin que se establezcan nexos explícitos entre ellos. La información deberá ser documentada. Los datos referenciales sobre protagonistas de los hechos, lugares, instituciones, asimismo constituyen rasgos de la información de agencia.

OBJETIVIDAD E INFORMACIÓN CABLEGRÁFICA

Una encuesta aplicada a editores de agencias arrojaba el enfoque de éstos,  los actores más importantes del proceso informativo de estas instituciones.

Señalaban los entrevistados que la objetividad en agencias se logra cuando a los hechos comunicados no se les incorporan comentarios; cuando el periodista es imparcial y no toma partido ante conflictos, disputas o diferencias entre organizaciones, empresas, grupos, naciones.

Considero que el ideal de objetividad en la información de estas entidades debe asentarse en el tratamiento honesto, ético, del acontecimiento. En el apego a los hechos y elementos factuales que constituyan el soporte de esos hechos, en la responsabilidad social que debe ejercer el profesional ante el manejo de los acontecimientos.

Acercarse a la realidad tanto como sea posible, comprobar hechos y cifras, manejo adecuado de referentes, antecedentes, empleo de hechos colaterales que se vinculen con el hecho central y la alusión al  repertorio o conocimientos del especialista se mueven en el plano de los elementos de facto, que enriquecen el texto.

La cita y opiniones de fuentes con la debida atribución, el empleo de la cita directa por paráfrasis ante conflictos, son también métodos para lograr un mayor acercamiento al ideal de objetividad.

La selección y jerarquización de los elementos informativos en el texto periodístico por parte del autor responden a una interpretación de los acontecimientos.

Las proporciones, el desarrollo de la descripción de las aristas del hecho, la escala de acentuaciones, la formulación o encabezamiento del texto, el empleo de detalles impresionantes que den apoyatura, que sustenten los hechos, responde a esa interpretación, al concepto de noticia del autor de la empresa, a las culturas e ideologías profesionales de actores y organización en su conjunto.

Asimismo, la selección de citas textuales, la falta de equilibrio en la estrategia de fuentes, puede inclinar el relato hacia una u otra tendencia; hacia uno u otro enfoque.

Ante la ausencia del egocéntrico yo, y del nosotros, que actúan en el estilo opinativo  para lograr una argumentación explícita y con una finalidad clara, en función de los objetivos de esas formas expresivas y de su estrategia discursiva,  la finalidad del relato periodístico de agencias debe basarse en la llamada  argumentación implícita, el empleo de soportes que permitan una profundización, una explicación de los hechos y sus causas para que sea el cliente el que incluya la opinión.

El hábil uso del contraste, la contradicción, la confrontación entre hechos y realidades son también recursos para lograr que se cumpla el objetivo de información del autor del relato, con un enfoque ético y que proporcione un mayor acercamiento a la concepción de objetividad periodística.

RECURSOS LINGÜÍSTICOS VS. OBJETIVIDAD

En la última década, la ampliación y heterogeneidad de los servicios que ofrecen las agencias, transformadas ellas mismas en empresa informativa, los costos más bajos, con las trasmisiones automatizadas y la aparición de Internet y el acceso a la red de los medios de comunicación, entre otros factores, han facilitado que en ellas irrumpa una escritura menos normativa, más irreverente.

Durante las 24 horas del día las agencias informativas, por su propia capacidad de trasmisión, trabajan el hecho a través de los diferentes recursos operativos y estilos del periodismo.

Paulatinamente, por escalas o niveles, la agencia pasa de la información pura, directa, escueta, en estilo lacónico, a notas enriquecidas con antecedentes y todo material tangencial que dé volumen y proporcione desarrollo al hecho actual, hasta llegar a la diversidad de relatos interpretativos, evaluativos, estimativos.

A menos de diez años de la incorporación de los medios a la red, las agencias diseñan estrategias, retoman otras, amplían su flujo informativo, diversifican su oferta y potencian sus relaciones con los clientes.

Recursos operativos, diversidad de relatos, nuevos métodos y formas de redacción, ampliación del concepto de noticia, acentúan la versatilidad, rasgo distintivo de las agencias, que les permite llegar a la heterogeneidad de medios de comunicación con reglas propias en cuanto a elaboración y emisión de noticias.

Sin embargo, en el reposicionamiento y acomodo en los nuevos escenarios comunicativos, algunos lindes se han hecho difusos.

En ocasiones, atentan contra la lógica productiva de las agencias,  la transgresión de la frontera entre interpretación y opinión, la extensión de los despachos  a manera de base de datos, la manipulación de temas mediante el lenguaje o la pérdida de creatividad en los relatos.

El discurso periodístico factual, logrado a través de operaciones lingüísticas que convierten los hechos en noticias se ve afectado en la actualidad en estas empresas informativas.

Lejos de constituir una amenaza para las agencias de noticias, los fenómenos acaecidos en la esfera de la comunicación en la última etapa potencian las capacidades de estas entidades y se convierten en oportunidades para ejercer un periodismo cualitativamente superior.

La ubicación en los nuevos escenarios comunicativos, la ruptura de cánones rígidos en la elaboración de textos y la elaboración de productos periodísticos de mayor calidad informativa permiten a las agencias conservar el espacio ocupado por cerca de dos siglos en el sistema internacional de comunicación y que se ha visto amenazado por la aparición de los medios en línea.

A mediados de la década de los años 90 el español Carlos Reigosa auguraba que la era digital de la información impondría a las agencias cambios que deberían convertirlas en proveedoras de servicios multimedias e información interactiva y señalaba que en esa opción eran quizás los medios que contaban con mayor capacidad de adaptación.

En la actualidad, las agencias se reacomodan ante la fuerza de la red. Continúan siendo referencia obligada de grandes medios y de grandes líderes a nivel internacional. Sus informaciones cubren espacios de medios tradicionales, medios en línea, y cuentan con sus propios portales en la red.

Sin embargo, ante la aparición del periodismo en red percibo también ciertos cambios para bien en cuanto a la diversidad del mensaje, la estructura, el formato en general y otros al interior del texto, no tan acertados, relativos al tratamiento del lenguaje periodístico, de la lengua en general.

Manejos sintácticos complicados en la construcción de oraciones y párrafos; frases extensas, complejas; violencias en el orden de los elementos, ocasionan confusión en ocasiones. El empleo frecuente de la voz pasiva resta movimiento a la oración, y se producen imprecisiones en cuanto al espectro sémico de los verbos.

Un texto informativo no es más que una organización de elementos significativos que utilizamos para hacer referencia a lo que ocurre y que es, en principio, interpretable.

Como hecho de interpretación, un mismo tipo de acontecimiento puede dar lugar a diferentes versiones, según las condicionantes demosociales y situacionales de quien interpreta. (Núñez. 1991)

Es así que en ocasiones los verbos, los  adjetivos o  adverbios, aparecen  cargados de connotación, lo que evidencia un matiz editorializante en el texto y lo aleja del estilo propio de las agencias.

Otros rasgos detectados se refieren a la mezcla del estilo directo e indirecto que pretende lograr síntesis y que en ocasiones violenta la sintaxis, lo que puede traer aparejada la incorrecta atribución a fuentes, que difumina lo citado y provoca que se confundan voz de la fuente y voz del periodista.

Las frases explicativas, intercaladas, propias del quehacer interpretativo también pueden afectar la objetividad del texto.

Es evidente que el período actual es una etapa de tránsito para los medios de comunicación. Rutinas productivas, ideologías y culturas profesionales deberán evolucionar con los cambios que impone una nueva época signada por la diversidad, la saturación de información, la multimedialidad, la hipertextualidad.

En ese camino, se impone una atención más detenida hacia la lengua como recurso estructural no sólo para trasmitir, sino también para construir los mensajes, para reconstruir los hechos según determinada intención, cultura e ideología.

El analista de las agencias deberá proveerse con recursos del análisis discursivo, de modo que no le pasen gato por liebre, que no aparezca a sus ojos con ropaje de objetividad un mensaje decididamente sesgado.

Las propias agencias, por su parte, a más de buscar estrategias de fuentes  responsables y fiables, métodos lógicos y semióticos, también deberán disponer de información lingüística que les permita reducir en lo posible, la subjetividad y la manipulación en sus productos, si quieren tratar de conservar la imagen que este tipo de periodismo mantuvo durante casi dos siglos.

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