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¿ESTILOS SIN FRONTERAS?

¿ESTILOS SIN FRONTERAS?

Tendencias en los estilos de las agencias internacionales AP, Reuters, AFP, EFE, IPS y PL

Licenciados IVET GONZÁLEZ LEMES Y LUIS BRIZUELA BRÍNGUEZ,

profesores de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

La era digital reformatea las agencias. ¿La gran empresa periodística?, ¿El templo de la objetividad?, ¿La más precisa, rápida y veraz?, ¿Corresponsalías en casi todo el mundo?, preguntas como estas vienen a la mente cuando se mencionan las agencias de noticias internacionales. Si buscamos información de actualidad en Internet, aparecerán muchas de estas siglas, tan conocidas en el mundo entero: AP, AFP, Reuters, EFE, PL, IPS...

Las agencias del siglo XXI realizan, casi exclusivamente, todo el trabajo reporteril y buscan ofrecer un producto comunicativo que satisfaga las necesidades de los medios, sus clientes. Su figura más importante, el corresponsal, todavía representa el símbolo imperecedero de profesional dedicado, perseguidor incansable de la noticia. El heredero de los menanti, novellanti, rapportisti o gazzettanti, recorre innumerables geografías, sin la pluma y el papel de antaño; ahora compite por la premisa armado con celulares, ordenadores y cuanta invención digital, que acorte las distancias y el tiempo con rapidez de conexión.

Desde su surgimiento, los adelantos tecnológicos han influenciado el estilo de las agencias informativas, y a la par, han ampliado sus horizontes comerciales. Si en sus inicios, gracias al telégrafo y los altos precios de su servicio, la agencia norteamericana AP inauguró la estructura de pirámide invertida encabezada por el lead, en los tiempos de Internet puede estar gestándose en las agencias una nueva forma de hacer periodismo.

Previo al comienzo de la era digital, la aparición y desarrollo como Mass Media de la Radio y la Televisión, provocaron un redimensionamiento del trabajo de las agencias y del propio diarismo. Las revistas innovaron en una nueva solución funcional y estilística: el periodismo interpretativo. Tanto la prensa diaria como las agencias noticiosas comenzaron un proceso de apropiación de la nueva forma, que ha alcanzado su auge mayor en nuestros días e impera en los circuitos actuales.

Con la automatización de las transmisiones se han reducido los costos, y los imperativos de concisión, síntesis y precisión que requería la agencia de antes para su eficiencia empresarial, ahora se flexibilizan e influyen en la manera de elaborar la noticia. Aparecen despachos con características nuevas que se salen de los rígidos marcos del estilo informativo tradicional, y se incursiona en la interpretación, hasta violar la frontera con lo editorializante. De la información pura, directa, escueta ha pasado a notas enriquecidas con antecedentes, contextos e incluso, a la evaluación y la estimación de los hechos.     

Breve espacio sobre le estilo cablegráfico

El estilo es la manera de ser, de proyectarse hacia el exterior. Es la identidad, la singularidad que permite la diferenciación. Pero en el caso de las agencias, cabría preguntarse, cuál es su estilo.

"El periodismo de las agencias de noticias tiene una cantidad de aspectos específicos que no han sido tratados aun en el mundo literario de una forma sistemática y comprensiva" (Haskovec y First, 1984: 7). La aseveración de los autores checos describe aún la producción teórica sobre el estilo y otras cuestiones relacionadas con las agencias de noticias.

Las demandas de los clientes influyen en los modos de expresión, en las reglas y normas de selección que condicionan la elaboración de los textos de las agencias. El lenguaje cablegráfico se distingue por la búsqueda de la máxima neutralización expresiva de sus textos, para satisfacer con un producto general las expectativas de los diferentes medios de comunicación.

La actividad de la agencia está enfocada sobre temas actuales de naturaleza informativa. Su trabajo "trata sobre noticias de sucesos de cierta importancia, combinada con la rápida interpretación de eventos políticos y económicos" (Ibíd.: 11). Como las agencias de noticias se dedican principalmente al suministro de información actual, "predominan en ellas aquellos elementos típicos del estilo informativo en general, especialmente presentación de los hechos, brevedad de expresión, énfasis e inteligibilidad" (Ibíd.: 15)

De acuerdo a la visión clásica de las agencias informativas, solo se explota en su cast diario las potencialidades del estilo informativo. Desde los finales del siglo pasado, el estilo interpretativo se posicionó en los medios de comunicación, especialmente en los periódicos y revistas, y hasta influyó en el trabajo de las agencias. Durante la década del ´70, "también las agencias de prensa combinaban el periodismo informativo con el interpretativo, abandonando el monocultivo del primero que tantos días de gloria le había proporcionado"  (Sanmartí, 2003: 334).

La visión de Sanmartí desliza sobre el tapete una realidad sobre las prácticas actuales de las agencias, que no se ha estudiado con el suficiente énfasis: la apropiación que han hecho ellas del estilo interpretativo. De acuerdo a las ideas de este teórico, en la actualidad las tendencias estilísticas de sus textos deben oscilar entre el informativo y el interpretativo.

Los autores checos destierran el estilo ameno o folletinista del trabajo de las agencias; pero puede explotarse dentro de los servicios especiales, que ofrecen todas estas compañías. Lo mismo sucede con el estilo de solicitación de opinión, reservado exclusivamente para los servicios especiales, donde no se evidencia el estilo cablegráfico en toda su propiedad.

Es en el cast diario donde se diferencian las reglas de selección del lenguaje, privativas de las agencias, aquellas que las distinguen de los modos expresivos de los otros media. Sus normas de elección, desde su surgimiento, se establecen y cambian en consonancia con los cambios sociales, muy específicamente los cambios tecnológicos.

La estrecha relación que mantienen los dos estilos permitió que la inclusión del interpretativo no rompiese con las exigencias del lenguaje cablegráfico,  caracterizado por la reducción al máximo de la expresividad de vocabulario. Ambos estilos buscan presentar los hechos de la forma más imparcial y verdadera, aunque el interpretativo se corresponde con un concepto diferente y amplio de la noticia.

Otro factor que permitió la asunción del interpretativo fueron las posibilidades de los adelantos tecnológicos. Con la tecnología digital se abarataron los costos de transmisión y aumentó el alcance y calidad a la hora de enviar los productos de la agencia a los clientes. El soporte digital permite un tratamiento de la información rápido, tanto por parte de las agencias como de los clientes.

Si antaño el reportero debía desechar elementos de las noticias de importancia secundaria o terciaria, ahora pueden ser incluidos, quedando a decisión de los clientes cual elemento usar. La extensión de los despachos ofrece mayor margen al desarrollo de los acontecimientos, y pueden incluirse textos interpretativos, que exigen más espacio que las notas informativas tradicionales.

Para los teóricos checos, el estilo de las agencias posee elementos típicos resumibles en la presentación de los hechos, la brevedad de la expresión y el énfasis en la inteligibilidad. Estos rasgos del estilo cablegráfico mantienen actualidad, pero con otros matices.

La presentación de los hechos ha sufrido transformaciones por la introducción del estilo interpretativo. La agencia ha abierto sus pautas, cubre los anuncios de hechos, y realiza predicciones: los criterios de actualidad son menos rígidos.

Los modos expresivos de estas empresas todavía abogan por la presentación objetiva de los acontecimientos, reflejada en la elección de instrumentos lingüísticos como la prioridad de palabras o frases del lenguaje periodístico, ante otras de estilo literario. Todo esto encaminado a cumplir la función informativa, caracterizada por difundir hechos desconocidos, de la forma más objetiva posible y determinada por la ausencia de juicios, opiniones o apreciaciones personales sobre el hecho.

De todos los medios de comunicación, es la agencia quien opera con el criterio más acérrimo de rapidez. Ella satisface las necesidades de información de los medios que tienen como receptores al público en general. Si una agencia reporta con más rapidez que el resto, alcanzará valor de suministradora eficiente, y aumentará el número de clientes. El estilo cablegráfico subraya la necesidad de una formulación breve, del estilo conciso, que suscite estandarización, para lograr una transmisión rápida.

La claridad es un rasgo del estilo periodístico en general, y en la agencia debe seguirse con mayor rigor. Ella se perfila como expresión al alcance de todos, pensamiento diáfano, conceptos precisos, sintaxis correcta y vocabulario asequible; y se logra cuando "pensamiento del que escribe penetra sin esfuerzo en la mente del receptor" (Marín y Leñero, 1990: 47).

En las agencias de noticias se cultivan los estilos informativo e interpretativo, caracterizados por presentar los hechos de manera objetiva -sin abusar del término-; pero reconocen la imposibilidad humana, y por tanto periodística de aprehender todos los elementos de la realidad. El estilo no constituye garantía de objetividad. Por esta razón se maneja el criterio de intencionalidad, el cual, en el caso de las agencias no debe exceder los límites de lo evitable. Toda intromisión latente y directa de la subjetividad del redactor debe desecharse del despacho cablegráfico.

La intencionalidad constituye "la valoración que realiza el reportero de elementos de la noticia y el ordenamiento en función de esta valoración, llevan implícita una determinada carga ideológica. La omisión o postergación de uno de ellos o, por el contrario, el resaltamiento de otro, da al receptor un mensaje con determinado valor político-ideológico"  (Ibíd.: 49).

Si recordamos lo planteado por los estudiosos sobre la confusión entre estilo interpretativo y de solicitación de opinión en la praxis periodística, en las mismas agencias puede manifestarse la tendencia negativa hacia modos editorializantes, reservados solo para los servicios especiales.

Nuestra investigación no cierra el espectro de posibilidades: el estilo de las agencias puede inclinarse, en la práctica diaria, hacia modos expresivos propios de la información, la interpretación o la opinión.    

El escalpelo frente a las empresas periodísticas

Las incisiones que realice el investigador en su objeto de estudio deben regirse por un profundo conocimiento del tema, así su escalpelo se dirigirá a los lugares más sensibles, y científicamente ricos en resultados. Para lograr una sistematización lo más fidedigna posible de los elementos indicadores de los rasgos estilísticos, nos planteamos los siguientes objetivos:

- Definir las tendencias en el estilo de la producción cablegráfica actual de las agencias informativas internacionales AP, Reuters, AFP, EFE, IPS y PL.

- Estudiar y analizar el discurso periodístico de las agencias teniendo en cuenta algunos componentes lingüísticos.

- Determinar los soportes de mayor empleo en la estructuración de los textos de las agencias.

- Determinar cuáles géneros periodísticos predominan en el cast cablegráfico cotidiano de las agencias internacionales AP, Reuters, AFP, EFE, IPS y PL.

- Analizar en qué medida los libros de estilo tributan, influyen y condicionan las tendencias en el estilo de las agencias.

Después estructuramos una metodología cuali-cuanti que nos permitió adentrarnos desde diferentes ángulos en el objeto de estudio, los cuales enriquecieron y confirmaron las apreciaciones que sobre el estilo de las agencias ofrecemos a continuación. Los instrumentos que estructuramos fueron un análisis de contenido cuantitativo, la investigación bibliográfica-documental y la entrevista en profundidad.

Las incisiones revelan nortes

Los resultados arrojados después de casi un año de pesquisas y análisis nos permitieron indicar toda una serie de nortes que indican el camino de las actuales agencias de información internacional.

A pesar de las transformaciones por la era digital, el estilo predominante en ellas sigue siendo el informativo-interpretativo, el cual ocupa el más vasto volumen de sus elaboraciones diarias.

De esta manera, los postulados del periodismo más tradicional, siguen vigentes después de casi dos siglos de puestos en práctica, demostrando su validez y oportunidades para la descripción noticiosa de los sucesos.

Al mismo tiempo, se está dando un fenómeno nuevo que es la aparición de agencias dedicadas, ya no a proveer de la primicia informativa, sino abocadas a esclarecer, ahondar y proyectar todas las aristas de un hecho noticioso. IPS es un buen ejemplo que nos satisfizo incluir en nuestras pesquisas.

Del resto de las agencias, las que incluyen con un poco más de intensidad los matices interpretativos son AFP y Reuters, aunque prima la tendencia informativa. Esto se avala por la proporción de los soportes explicativos y juicios lógicos, un poco mayor que en EFE, AP y PL, en las cuales los modos expresivos de la fórmula

Times se manifiestan parcamente

No obstante, se aprecia como la interpretación sigue ganando terreno dentro de esta industria noticiosa, concretamente en las empresas de información general que explotan acontecimientos al instante. La introducción considerable de antecedentes, contextos y juicios lógicos reafirman la reflexión anterior, más aún si recordamos la tradición informativa centenaria de las agencias de noticias, inaugurada por la Associated Press.

En la nota informativa, la interpretación se ha colado más bajo los predios de la información, que desgajada de toda actitud descriptiva rectora. Los antecedentes y contextos ganan espacio en las notas informativas, al punto que detectamos juicios lógicos de los reporteros a medida que la información desciende, momento donde cobra auge el background.

La Inter Press Services abandona esta directriz, pues su trabajo solo responde a las estructuras interpretativas. La supeditación de elementos del estilo interpretativo bajo cualidades descriptivas suele manifestarse comúnmente, en las empresas inclinadas hacia la información al minuto.

Sin embargo, esta apuesta por la contextualización y proyección de las noticias, no se corresponde con una utilización amplia de todas las posibilidades y recursos que brinda el estilo interpretativo.

El abundante espectro de razonamientos lógicos, que desde la génesis del periodismo explicativo se ha ensanchado, encuentra un aprovechamiento menguado en la producción cablegráfica general. IPS, aunque se dedica medularmente a la interpretación, concentra su labor en las facilidades explicativas de los analíticos y sintéticos para mantener en menor escala, o nula, la presencia de hipotéticos y disyuntivos.

Reuters, por su parte, emplea en índices bastante altos los juicios hipotéticos, y en un segundo lugar los sintéticos y analíticos. PL y AP abogan por pronosticar y analizar con bajas intensidades, mientras AFP se proyecta hacia el futuro y ahonda en los acontecimientos con porcentajes considerables.

A esto se suma el insuficiente empleo de géneros interpretativos en la producción informativa -sólo relatos en profundidad, y en menor medida reportajes o entrevistas-: estrechez indiscutible del horizonte de posibilidades de los rasgos de ideación. En el caso de IPS solo emitieron relatos en profundidad, aunque su manual estilístico estipula la realización de entrevistas y crónicas, ausentes el día de nuestras pesquisas.

Por ello, nos atrevemos a afirmar que las agencias estudiadas están dejando escapar la posibilidad de ofrecer aristas disímiles de cualquier hecho, profundizarlos en mayor medida y hacer de ellos un faro, que a la vez de ofrecer diferentes luces esclarecedoras, sirvan de punto focal para dilucidar lo anterior, lo presente y las proyecciones de un suceso.

Pero en este singular panorama, comienzan a aparecer en el cast marcas del estilo editorializante, lo cual supone una tendencia hacia la inclusión de valoraciones subjetivas de los periodistas en un flujo que, tradicionalmente, se tuvo como paradigma de "objetividad" y "neutralidad" informativa.

Resulta significativo que, de las diferentes categorías y subcategorías que evidenciaban la presencia del editorialismo, el basamento de su desarrollo dentro de la producción cablegráfica encuentra nicho en el juicio categórico.

Aunque todas de una forma u otra presentan marcas de editorialismo, son PL e IPS son las que más incluyen elementos subjetivos del periodista en la conformación del despacho. Más cercana a las anteriores se presenta EFE, mientras Reuters, AP y AFP manifiestan un poco menos las consideraciones personales de los emisores.

El caso de PL, tiene su raíz en la apropiación del comentario para presentar el hecho noticioso, lo cual se refrenda en su carta estilística. Esta práctica provoca que los rasgos de la solicitación de opinión traspasen los marcos de ese género, y contaminen a los informativos e interpretativos.

IPS, por su parte, demuestra con los altos índices de juicios categóricos que su vocación interpretativa se mezcla regularmente con los modos expresivos de la opinión. Por ende, confirma la idea de los teóricos Martínez Albertos, Emy Armañanzas y Javier Díaz Noci, que ratifican la susceptibilidad de la interpretación para solapar aseveraciones emocionales.

EFE y AFP, agencias de lenguas romances, podrían experimentar ese corrimiento hacia la emisión de juicios categóricos por el empleo de idiomas que, a juicio de Díaz Noci se caracterizan por un alto nivel metafórico y una avocación adjetival múltiple. Los casos de AP y Reuters se encuentran en franca contradicción con lo estipulado por sus libros de estilo, asentados sobre la más recia inclinación informativa directa.

Los manuales más antiguos sobre Redacción Periodística y estilo  gastan innumerables páginas en execrar todo lo que huela a adjetivación e intromisiones del yo-redactor; sin embargo, en la era de la prensa de servicios, donde se mantienen las normativas de separar opinión de información, las calificaciones marcadamente emocionales ocupan un índice considerablemente alto.

Desde hace algún tiempo, los estudios sobre Periodística reconocen la inevitable intromisión subjetiva del redactor; pero abogan por cercarla a la inevitable selección de fuentes, colocación y jerarquía de los elementos que conforman el relato. Ese adjetivo fuerte, moralizador y casi inevitable en la cultura latina, puede evitarse al máximo, así lo demuestran una buena cantidad de despachos balanceados y bien pulidos, presentes ese mismo día.

Ese cuidado por evitar la adjetivación se ha relajado un poco en la práctica: única explicación que encontramos a las alarmantes cifras de juicios categóricos.

¿Hacia dónde camina el estilo de las agencias internacionales de noticias, principales reporteras, entes presenciales de la realidad filtrada y transportada que llega al público receptor? Si los espacios se abren a la interpretación de noticias, no es para abogar por la más ligera y tendiente a la solicitación de opinión, sino para ofrecer un análisis cuidado, con predicciones variadas y fuentes de disímiles signos políticos.

Los devaneos entre interpretación y opinión hace varios años que quedaron resueltos, a favor de la unidad estilística con la información directa de la fórmula Times; sin embargo, las entrevistas con los corresponsales denotaron rezagos de la asociación errónea entre interpretación y opinión, a excepción solo de los periodistas de AFP.

Muchos despachos padecen consecuencias de la hibridación entre los estilos: se inician con el lead y mantienen la pirámide invertida durante buena parte del relato, hasta que el conglomerado de antecedentes y contextos en función analítica, la truncan, a la par que se suavizan las defensas y aparecen los juicios categóricos.

Los servicios especiales de las agencias pueden aportar todo tipo de textos. La oferta de artículos o comentarios no tiene por qué romper con la misión de estas empresas, siempre y cuando se dirijan a clientes específicos. Al menos eso está ocurriendo con IPS, según el testimonio de la jefa de su corresponsalía en La Habana.

La confirmación de nuestra tercera hipótesis, nos induce a especular que esta hibridación puede resultar negativa toda vez que la confusión entre el campo interpretativo y opinativo desvirtúa el esfuerzo exegético del relato, poniendo en duda la ética del redactor y de la propia agencia.

Con el desarrollo de este trabajo, pudimos constatar que los libros de estilo se pronuncian con relación al tema estilo de forma diferente: IPS asume su inclinación interpretativa abiertamente; AP no se adhiere a una tendencia específica, pero proscribe el opinativo toda vez que desecha el género comentario de su cast.

El resto de las agencias no explicita en sus cartas por cual estilo se inclinan, aunque lo dedujimos por los rasgos de ideación que manejan. PL incluye géneros propios de cada uno de los estilos periodísticos; Reuters junto con EFE incluyen la nota y varios interpretativos. Solo en el caso de AFP no podemos precisar si define explícitamente por cual estilo se inclina, aunque los géneros del digesto y las entrevistas arrojaron que  interpretan e informan.

La no delimitación y explicación pertinente de los estilos periodísticos que explota su agencia, podría estar repercutiendo en la calidad y univocidad expresiva de los despachos.

Creemos que la existencia de cada estilo es una razón suficiente para no mezclarlos, pues cada uno tiene su razón de ser e indica, la disposición que se adopta frente al hecho noticioso. La combinación de estos indistintamente, empaña y confunde los objetivos informativos de toda agencia, que busca la credibilidad a toda costa.

Todas las fronteras no se erigieron para violarlas, cruzarlas o vilipendiarlas. Sabemos que toda reja es una invitación en ciernes al cruce, a experimentar la grata sensación que resulta conquistar lo prohibido.

Más allá de valladares infranqueables, los límites que impone cada estilo es la premisa fundamental para que el relato dimane toda la información, sin entropías ni dislates que afecten su entendimiento. Cada relato trasluce las intenciones y fines de quien los escribió: eso es el estilo; por eso la necesidad de utilizarlo juiciosamente, sin dobleces.

Más allá del obligado y útil conocimiento, nos queda la posibilidad de incorporar a nuestra futura profesión, las mejores y más adecuadas formas de presentar un hecho, teniendo en cuenta la responsabilidad que como difusores de información y reflexiones, tenemos.

Si algo carece de límites es el respeto por la profesión, la honestidad y la superación constantes que cada profesional debe asumir, sin importar el medio al cual pertenece. Ese es el verdadero estilo del periodista y afortunadamente, no tiene ni tendrá fronteras.

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Libros de estilo:

Normas de estilo de la agencia EFE (versión digital).

Normas de estilo de la agencia AFP (versión digital)

Normas de estilo de la agencia Reuters (versión digital)

Normas de estilo de la agencia IPS (versión digital)

Normas de estilo de la agencia PL (versión digital)

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