Blogia
mesadetrabajo

mesadetrabajo

mesadetrabajo

Dra. María de los Ángeles González,

Profesora Titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Cada día es más evidente que la teoría del periodismo en general y de los estilos y géneros en particular, se nutre con dinamismo de la riqueza de la teoría de la comunicación, de la sociología, la sicología, la teoría del discurso,  la literatura, porque el periodismo es en realidad un poco de todo eso y un menos quizás de sí mismo, pero un corpus específico definitivamente, con sus singularidades, peculiaridades y rasgos distintivos que lo diferencian del resto de aquellas disciplinas.

En torno a la Teoría del Periodismo debemos trabajar muy fuertemente en los próximos años. Sobre ese corpus integrado por el lenguaje y la redacción periodística, estilos y géneros, debemos investigar, accionar, perfeccionar.

En la actualidad, ninguna enseñanza del periodismo debe dejar de atender la propuesta de la relación dialéctica que propone Martín Serrano entre sistema social y sistema de comunicación, porque los procesos sociales dejan su huella indeleble en la evolución de los mensajes, pero tampoco podrá desgajarse de los procesos donde se inserta la producción del periodismo o escapar de los contextos literarios que lo nutren y enriquecen.

A la teoría del periodismo debemos sumar la enseñanza de un saber hacer, dotado de métodos y técnicas que no devalúan o vulgarizan porque son la esencia, la fuerza de una especialidad con una tradición, sentada sobre bases fuertemente establecidas.

Dos fuertes retos se presentan para los próximos cursos: conducir con solidez y mayor calidad el proceso mediante el cual los estudiantes de Periodismo aprendan a ser, descubran sus propias capacidades de aprehensión, de lectura de la realidad, de interpretar los porqué, pero además, acompañarlos con más rigor por el saber hacer y el cómo hacer. Un cómo, debido a la limitada teorización sobre el tema al que aludimos, también bastante maltratado.

Prepararnos para desde la Academia entregar a los futuros periodistas renovadores conocimientos a través de conferencias y talleres y continuar fortaleciendo la vinculación con los órganos docentes, para contribuir al logro de una cobertura de mayor calidad informativa, con una cada vez mayor especialización metodológica.

Nuestras materias deben tener un momento para la reflexión no sólo sobre lo anteriormente expuesto, sino también acerca de la teoría de la recepción (pensar en los públicos) teniendo en cuenta las transformaciones contextuales y de infraestructura tecnológica, la reflexión y la enseñanza de cómo hacerlo, cómo llegar mejor, en qué momento, de qué forma, son imprescindibles.

Cómo ser cada vez más creíbles, cómo argumentar, explicar, profundizar, contextualizar. Qué referentes, qué antecedentes son los más adecuados en determinadas coyunturas, por qué selecciono o jerarquizo unos, por qué desecho los otros es parte ineludible de nuestros saberes.

¿Qué diferencias existen entre un juicio (afirmación o negación sobre algo) y la opinión? ¿Entre juicios lógicos y juicios valorativos? ¿Por qué y en qué momento, con qué intención opino? ¿Cuándo recurro a la editorialización? ¿Por qué elevo o bajo los tonos? ¿Qué fines persigo? Ora persuado más que convenzo. Ora convenzo con el razonamiento lógico, demuestro sin el yo egocéntrico de manera explícita. Interpreto.

Remarcar lo explícito da por sentada la presencia siempre de actores, de empresa informativa, de culturas e ideologías, en la conformación del texto periodístico. El asunto está claro. Se refiere aquí a la práctica de los estilos de acuerdo con la finalidad del mensaje.

Toca a nuestro equipo reflexionar y enseñar a cómo trabajar cada vez más para grandes públicos o para audiencias segmentadas, fenómeno impuesto por las propias dinámicas contemporáneas, la especialización y la saturación de información.

Reflexionar y enseñar a ampliar el concepto de valores noticia, el concepto de lo noticiable. Sumar a la concepción de los grandes aconteceres sociopolíticos, la concepción de acontecer cotidiano, la otra noticia, la social, el detalle, el ángulo también explotable, los valores éticos, morales, formadores asimismo de valores en nuestros alumnos.

Enseñarles a distinguir entre hechos y opiniones, en la conversión de opiniones en hechos y en la delimitación de qué opiniones adquieren la cualidad de convertirse en hechos y cuáles resultarían simples background, información referencial para textos posteriores, trabajos que pudieran devenir mensajes más sólidos, ricos en calidad informativa y asentados en una investigación integral.

Prepararlos para hacer versiones de actos, encuentros, simposios, no como modelos establecidos y rellenables, sino sobre todo, a detectar qué de lo obtenido en el acto es noticia y qué son sólo pistas para trabajos posteriores.

Enseñarlos a valorar el reporterismo diario, la cobertura de lo cotidiano, pero a la vez, continuar preparándolos para satisfacer las necesidades de un público cubano que de ninguna manera es el público de hace diez años. Un público con nivel educacional, cultural y que requiere de explicaciones, de fundamentos, argumentos, e impecables estrategias de fuentes.

La propuesta es pues, nutrir el periodismo de la teoría de la comunicación, de la metodología de la investigación, las más cercanas a nosotros, pero también de la sociología, la lingüística, la teoría literaria, de la dramaturgia. Introducirnos profundamente en los más sólidos conceptos de explicación, análisis, interpretación, argumentación, profundizar en la teoría y la práctica de la polémica, del debate mesurado, equilibrado, con fundamentos y no panfletario o emocional.

Transitar con los alumnos el paso de los mejores exponentes de la historia del periodismo hasta los más actuales analistas cubanos y extranjeros de reconocido prestigio es parte también de nuestra labor.

Hoy iniciamos este sistema de mesadetrabajo, confiemos en que los objetivos de la labor durante este curso sean superados con creces.

0 comentarios