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ALTA TENSIÓN: CONTRA VIENTO Y MAREA

ALTA TENSIÓN: CONTRA VIENTO Y MAREA

Lic. Mónica Lugones Muro,

 Jefa de la Carrera de Periodismo de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, profesora Asistente de Teoría de la Comunicación y Metodología de la Investigación.  

 

No puede negarse que el proceso de producción periodística en la actualidad se hace en un plazo de tiempo muy corto, lo que obliga a consultar mayoritariamente las fuentes oficiales. Corresponde a los directivos de los medios hacer ver (comprender), pero con la práctica, que el periodismo de investigación -cuando se hace bien hecho- no es para lastimar a nadie en particular. Aunque si bien no es raro que pueda producir un conflicto entre el medio que publica el trabajo y los actores sociales a los que no les conviene divulgar cierta información pues, como apunta Héctor Borrat (2005) el hecho de que un medio divulgue una investigación, esta constituye un evidente triunfo sobre ese actor social, y además es una celebración pública por la significación y repercusión social de la misma.

En el contexto cubano actual, consideramos que entre los aspectos en los que realmente hay que meditar y reflexionar entre todos -no pueden faltar los directivos de la prensa-, se encuentran la sagacidad y preparación de los reporteros. Tampoco puede faltar, si llegara la hora, el respaldo y la defensa a sus periodistas y proporcionar con ello a este tipo de actividad la confianza, la entrega, la incondicionalidad y el sentido de pertenencia que deben acompañar.

Es necesario asumir con conocimiento de causas y consecuencias los desafíos del periodismo de investigación en el contexto cubano (local y nacional), siempre y cuando el trabajo en cuestión ofrezca tanto conclusiones inapelables, como técnicas científicas, ya probadas. Se trata también de establecer un hábito con respecto a esta modalidad, que no se comprende porque solo se practica cuando "se pone de moda"; de establecer desafíos que evidentemente el periodismo cubano ha relegado por muchos años, y que sería muy conveniente asumir para el beneficio de todos, y sobre todo para la credibilidad y el respeto de quienes leen, escuchan o miran nuestros medios de prensa.

El contexto político, económico y social cubano difiere del de otros países. Temas sobran (históricos, actuales: corrupción, ecología; judiciales; económico; institucional; social, etcétera), aunque también nos referimos a otras investigaciones que profundizan en hechos o situaciones del pasado cuyo reconocimiento puede repercutir directamente en una situación actual.

Según Gil y Ricardo (2000), las primeras manifestaciones de la investigación periodística en Cuba comenzaron a reflejarse en los trabajos que se publicaban en las secciones policíacas (1) de los periódicos que dejaron páginas brillantes en la historia de esta profesión. Los periodistas que cubrían estos hechos se convertían en verdaderos investigadores, y corrían el mismo peligro que cualquier policía; además, era muy raro que registraran un suceso sin que el reportero aportara pruebas para el esclarecimiento de lo ocurrido. En sus investigaciones, los reporteros contribuyeron a obtener importantes informaciones, sentenciar a los verdaderos culpables y solucionar actividades delictivas de gran repercusión nacional. La publicación de las secciones policíacas tenía como objeto presentar cuidadosamente los sucesos. En muchas ocasiones, problemas que eran ignorados se solucionaron gracias a la investigación del reportero y la insistencia de los periódicos. Esta modalidad del periodismo se desarrolló durante décadas en Cuba y siempre fue la prensa escrita el lugar que abrigó a estos reporteros.

Con el inicio del proceso de rectificación de errores y tendencias negativas a que convocó a la prensa a participar en esa lucha, como elemento insoslayable, lo que implicaba una rectificación en la política informativa. En 1986 se efectuó el V Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, donde se presentó como fundamentos para las deliberaciones, el documento titulado "El periodismo en Cuba: situación actual y perspectivas", el cual había sido previamente sometido a consideración de la membresía.

Sobre los contenidos se plantea: luchar por informar al pueblo sobre los temas que le conciernen de manera directa y que en ocasiones no son divulgados, quedando espacios vacíos en el espectro informativo; oponerse al tratamiento apologético, superficial y triunfalista de los temas socioeconómicos; mostrar su complejidad, el uso adecuado de la réplica, y la polémica con carácter constructivo. Durante toda la década del 80, ocurrieron en Cuba cambios en las concepciones hacia el papel de la prensa y su función social. Revisiones acerca de lo que se hacía en materia de periodismo e información al pueblo. Estos análisis hechos por el Partido y por la Unión de Periodistas de Cuba, propiciaron la necesidad de transformación y apertura de la información. Esta coyuntura favoreció que en la prensa nacional vieran la luz trabajos que marcarían pautas en el periodismo investigativo cubano.

Aunque la radio y la televisión no se caracterizan por hacer este tipo de periodismo, hay que decir que la televisión cubana ha trasmitido reportajes en él enmarcados.  Sin embargo, en la historia de la radio cubana no queda registrado ningún dato o constancia de protagonismo relacionado con la existencia de este trabajo en emisoras nacionales o provinciales.

La coyuntura nacional antes mencionada fue la que propició la salida al aire de un programa con las características de Alta Tensión.

Cuba difiere de todos los demás contextos. Aquí se desestiman los hechos sensacionalistas así como esta forma de tratamiento, se ciñe a hechos interés o repercusión social, defiende la invulnerabilidad ante cualquier hecho que ponga en riesgo la seguridad del estado, excluye procedimientos indagatorios que no procedan acorde con la ética y principios de nuestra moral o que atenten contra la integridad ciudadana o intimidad de las personas. El enfoque y resultados deberán estar avalados científicamente, además elude toda forma de hipercriticismo y que solamente como un rasgo ocasional puede verse contrapuesto a los intereses de los medios en relación con la fuente. A la prensa cubana, le urge la necesidad de extender los por qué y los para qué, de intentar bajar a la sima, y es el periodismo de investigación el que más lejos puede llegar. Existe, como dice Jesús Martín Barbero, un "desde el otro lado" desde donde crece una demanda por este periodismo y al cual no estamos gratificando a partir de nuestras funciones como periodistas. No obstante, las opiniones y los argumentos tienen que llegar con la urgencia y necesidad requerida, pero para lograr esto hay que definir un periodismo de investigación de, desde y para Cuba.

Y es aquí donde suele considerarse a la prensa en cada una de las provincias como el lugar más idóneo, aunque no el único, ni tan siquiera el más general, porque podríamos cuestionarnos el alcance como elemento de alto impacto en la sociedad. De todas formas, es saludable que en cada uno de los territorios de Cuba pudiera hacerse con sistematicidad, con conocimiento del género y de las técnicas de investigación aplicadas a este.

Roger Ricardo Luis (2), periodista e investigador cubano, en entrevista realizada destacó al propósito del ejercicio del periodismo de investigación en la Cuba de estos tiempos. El periodista vive agobiado con las penurias que depara el cada día. Esta situación le consume una parte importante del tiempo; por lo tanto, prima de manera inconsciente el facilismo.

El Tercer Congreso del Partido aprobó en 1986, su programa en el que se expresaba que había que trabajar por un periodismo analítico, militante y creador, incrementar los contactos con los ciudadanos, así como estudiar y aplicar las diversas formas de participación donde el público pueda expresar sus opiniones y establecer debates. La (re) construcción de la realidad -de nuestra realidad- se realiza en los medios de comunicación, y lleva implícita inevitablemente todo nuestro saber, elaborado y vuelto a elaborar a partir de preceptos y condicionantes políticas y culturales que fundamentan la historia y atestigua el futuro. Por esta razón inmensa, por el papel determinante de los medios en la formación y conformación de la nación cubana, nuestro periodismo podrá carecer de vastos recursos materiales o humanos, pero nunca obviar la cotidianidad, abordada de manera seria, profunda y reflexiva.

Terminaba el año 1993 y Jorge Gómez, director de programas de la radio villaclareña, le propuso a Abel Falcón, reportero radial, y a Xiomara Rodríguez, reportera del periódico provincial, un programa que se escucharía por primera vez al año siguiente y se convertiría en el único de su tipo en Cuba, y en el más reconocido por cada una de las personas que lo escuchan.

Muchos programas en nuestra radio no tienen como invitados a funcionarios a pesar de tratar temas estatales: ahí están entonces organizaciones no gubernamentales, especialistas en determinado tema, etcétera. Como programa de este tipo, con participación popular, no hubo ningún antecedente en la radio villaclareña.

Jorge Gómez quería que su proyecto lo integrara un equipo de periodistas jóvenes, que no estuvieran viciados con el periodismo que se hace, que fueran arriesgados y que asumieran los proyectos sin ningún tipo de tabú, y se pensó entonces en varios jóvenes que tenían esas características. Pero al final quedaron los que están: Xiomara Rodríguez y Abel Falcón, dos periodistas cuyos caracteres difieren uno del otro, pero que han logrado formar un equipo de intrépidos reporteros, complementando uno con su moderación las vehemencias del otro, e imprimiendo el último sus energías desbordantes a todos.

Alta Tensión nace en coyunturas importantes: apenas despenalizado el dólar con los consecuentes problemas que de ello se derivaba como las diferencias sociales en cuanto al poder adquisitivo, sobre todo, y la supresión del mercado agropecuario. Fueron esos momentos los que acompañaron a Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Partido en la provincia y alentador del programa, pero también a sus realizadores. El programa no empezó tratando temas complicados. En sus inicios no fue lo que es ahora, aunque siempre trató temas polémicos. Al principio hubo cierto apoyo de la emisora pero siempre existieron incomprensiones por parte de todo el mundo. Confirman los realizadores que al principio, Alta Tensión resultaba un programa "tan indeseable" que el Departamento Informativo no lo asumía, y resumen la situación expresando que "los primeros meses fueron terribles".

A Alexis Melgarejo Falero (3) le parece que la magia de ese programa contribuyó a aclarar muchas cosas en Villa Clara, a proponer nuevas metas, a hacer un periodismo más contemporáneo de investigación, participación, y por sobre todas las cosas, muy valiente.

Desde el punto de vista de las rutinas productivas de Alta Tensión, se destaca que los realizadores siempre proponen los temas y los colegian, pero también le han pedido a la audiencia sugerencias, de este modo confeccionan una agenda con los temas de más actualidad.

A partir de este punto hacen una rigurosa selección; después, con toda madurez, cuentan una historia para iniciar el programa aunque no se dan todos los matices, ni se dicen todas las cosas. Una historia para provocar el análisis, el debate, y esperar a que el teléfono suene.

Como tendencia, en nuestro periodismo, cuando enfrentamos un trabajo periodístico lo decimos todo y no damos espacio al otro para que también diga. Y Alta Tensión siempre ha dado esa oportunidad: que el oyente diga las palabras más sabias y las verdades mayores. Afirman sus realizadores que si se dan todos los elementos en el trabajo, nadie llama, y esa es una diferencia esencial entre Alta Tensión y el periodismo diario que se hace.

Existen inevitablemente para Alta Tensión, dos épocas en su existencia, una antes del derrumbe de la emisora provincial y otra con posterioridad a este.

Antes, al programa se había sumado mucho auditorio. En un inicio los oyentes eran aquellos a los que hacia referencia Harold Lasswell en sus estudios (4) y ellos no aspiraban eso, querían reflexión, interpretación, análisis acerca del por qué de los fenómenos.

Con el tiempo y la repercusión de los temas abordados empezaron a incorporarse radioyentes con una mayor preparación como profesores, psicólogos, un auditorio universitario, gente joven, ese logro fue consecuencia de años de trabajo y dedicación. Así fueron reajustando el tiempo porque se dieron cuenta de que los oyentes tenían mucha necesidad de hablar, y eso también provocó que los trabajos periodísticos se tuvieran que reducir: ya no podían hacer las series de antes.

Después del derrumbe ni tan siquiera tienen espacio para hacer trabajos reducidos, en dos bloques, porque montar un reportaje al estilo de Alta Tensión en las condiciones actuales resulta prácticamente imposible porque requiere de recursos técnicos que permitan proporcionar las sutilezas e intencionalidades propias del estilo del programa.

Los dos realizadores entrevistados coincidieron en apuntar que existen temas muy buenos y otros no tanto, momentos de altas y bajas y programas de coyunturas: "nos hemos autocensurado en determinados momentos, hemos tenido que hacer concesiones, porque si no, no sobrevives, porque quien te diga lo contrario está equivocado, pero nos hemos arriesgado a hablar de cosas que otros programas no han hecho".

Alta Tensión es un programa de denuncia, de periodismo de investigación, así debe ser el periodismo siempre. Intentar acercarse a lo que un día se idealiza en la universidad. 

El éxito que han conseguido se basa en el conocimiento que tienen del público, saber decir de la manera más sencilla una idea con argumentos, ejemplos y explicaciones. Todo el proceso de concebir y producir  Alta Tensión es agónico antes y después, pero durante el programa lo disfrutan, el programa ha cambiado como han cambiado ellos también. Están convencidos que hay que reclamar más ese periodismo de investigación, de exigir más fuentes, no casarse sólo con lo que dice un entrevistado.

Como resultados de esta investigación es posible advertir que en el caso del periodismo de investigación que se realice en nuestro país, será determinante tener en cuenta las particularidades del contexto cubano, desde los aspectos relacionados con su desarrollo histórico-cultural hasta las circunstancias sociopolíticas y económicas que correspondan al momento, habida cuenta de las singularidades de nuestra situación incluido, en primer término, el diferendo histórico con Estados Unidos.

Con una tradición y papel regente de la prensa escrita en el ejercicio del periodismo de investigación, es indispensable que los restantes medios de comunicación asuman sus responsabilidades periodísticas desde la práctica del periodismo de investigación. La tipicidad de cada uno de ellos va a determinar, por supuesto, el modo de abordar cada tema, pero esta tipicidad no necesariamente tiene que convertirse en el elemento excluyente.

Alta Tensión surgió para cambiar el periodismo que se hacía en la radio de Villa Clara, para acercarse a los problemas que enfrentaba el pueblo, para investigar sobre los temas más acuciantes de la realidad social, política y económica del país, para hacer un periodismo serio y donde la diversidad de opiniones y fuentes se encontraran para dar soluciones y/o respuestas a los reclamos de la sociedad.

El programa no se ha limitado a la cultura de la denuncia, sino que también diagnostica con la mayor exactitud posible los problemas que van a ser investigados, que escucha las voces de los directamente afectados, ampliando el trabajo de campo para la recolección de informaciones, sentimientos, ideas y alternativas. Se trata de un espacio que analiza e informa sobre experiencias exitosas de intervención pública en las áreas relevantes para la comprensión de los desafíos y para la promoción de la equidad. Supervisa las responsabilidades por parte de los distintos segmentos de la sociedad, y cuestiona las omisiones.

Alta Tensión se realiza siempre con una estructura y método uniformes.

La selección de los temas se hace a partir de propuestas de los oyentes (aspecto este que pudiera considerarse válido partiendo del hecho de que son las personas que viven en nuestra sociedad las que se ven más afectadas en la mayoría de las ocasiones, y por lo tanto las que necesitan las explicaciones, respuestas y soluciones), de algún sector interesado o por determinación de los realizadores. El aspecto en el cual se va a centrar el programa lo deciden los creadores, luego del conocimiento y acercamiento al asunto.

El trabajo de mesa, previo a la investigación, incluye los siguientes pasos: se plantean el problema a investigar, los objetivos, las hipótesis y a quiénes acudir para las mejores respuestas e historias. Determinan la estrategia a seguir para encauzar la investigación de la forma más viable y eficiente.

La investigación la realizan los dos periodistas accediendo a la mayor cantidad de fuentes de información posibles para la realización de los trabajos (la contrastación de fuentes es, para estos periodistas tan importante como su vida, ahí les va la credibilidad, la seriedad y profundidad con que trabajan). Y otras fuentes quedan como invitadas para responder en el estudio, aclarar y explicar lo publicado en los reportajes y/o entrevistas, así como dar respuesta a las preguntas e inquietudes de los oyentes. Al terminar este paso se confecciona un guión general.

Como norma, los reportajes y entrevistas son materiales en los que se utilizan todos los recursos del medio radial y una edición (que en la mayoría de los casos es asumida por los propios realizadores en busca de la intencionalidad, siendo esta realmente la que más aporta al logro de los efectos que se desean).

Estos trabajos periodísticos siempre quedan abiertos para propiciar el análisis y el debate, que será complementado en el estudio.

La forma de hacer las entrevistas tanto para los trabajos como a los invitados en el estudio, tiene una peculiaridad: las preguntas siempre son incisivas, en busca de lo que pueda ocultarse y sea importante; en busca de emociones intensas válidas para muchos temas; en busca de poner en evidencia los hechos, de desequilibrar a los entrevistados y hacerlos ir por donde los realizadores necesitan, con la finalidad de aclarar hechos, conductas y expresiones.

Los reportajes, por su parte, apoyados en las entrevistas y por la descripción o narración, buscan ofrecer la mayor contrastación de fuentes, los más diversos ángulos sobre un tema, las más vivas historias que reflejen la realidad de lo que se está abordando, y de esa forma mostrar la diversidad de pensamientos, puntos de vista y concepciones de nuestra sociedad. El abordaje en  Alta Tensión de temas de interés y trascendencia social, como corresponde a las exigencias del periodismo de investigación, tratados con amenidad y exhaustividad, corroboran que el reportaje es el género mas eficaz y utilizado por este tipo de periodismo.

La música (la producción musical a cargo del director del programa siempre se utiliza en función expresiva, logrando un efecto impactante en los oyentes y un complemento casi perfecto para lograr los objetivos planteados), al mismo tiempo que separa acontecimientos y partes, comenta lo escuchado, contribuye a suscitar un clima emocional. Crea una atmósfera. No solo acentúa el clima emocional de las situaciones sino también el carácter de los protagonistas.

Después de esta etapa y como consecuencia de ella, viene el momento más gratificante: la solución de los problemas, ya sea parcial o total, y el agradecimiento social por el trabajo de este equipo periodístico. También, el momento más desagradable: la indiferencia e inoperancia de quienes deben resolver las dificultades.

A partir del análisis realizado y como consecuencia de este, se pueden destacar particularidades y aportes del periodismo de investigación que hacen los periodistas de este programa. Resulta conveniente, pues, que queden expuestos aquí como parte de los resultados obtenidos.

Todo el trabajo que generan estos periodistas está encaminado a abordar temáticas que preocupan a la sociedad villaclareña y por extensión a los cubanos, propiciar la solución de los problemas que se denuncian, a promover reflexiones que permitan accionar y transformar la realidad. Utilizan la contrastación de fuentes, emplean un lenguaje claro, accesible, y evitan la utilización de tecnicismos, con el propósito de aclarar a la opinión pública cada detalle y/o preocupación sobre un tema. Para la investigación periodística emplean las técnicas de investigación científicas.

Los expertos que entrevistamos demostraron un conocimiento del programa, de sus avatares y logros, de sus características, y lo consideraron como el único programa en la radio cubana que realiza periodismo investigativo.

Además, precisó que  Alta Tensión ha logrado incursionar en temas sumamente complejos de la realidad villaclareña y nacional. Si existe la objetividad periodística- algo que parece más un mito que una realidad,  Alta Tensión está muy cerca de ella.

Por su parte, Ariel Terrero (5), señaló que uno de los elementos que más le llaman la atención de ese programa es la manera inteligente en que ha afrontado las características de un medio como la radio. Por lo general, este suele ser un soporte poco apreciado por colegas latinoamericanos con los que ha conversado, a la hora de desarrollar el periodismo de investigación. Entre otros argumentos, hablan de lo desfavorable que resulta la inmediatez y volatilidad de la radio para un periodismo que usualmente se propone profundizar en temas de gran impacto social.

En otro orden, Roger Ricardo Luis se refirió a que los esfuerzos del periodismo de investigación en Cuba siguen siendo islas dentro de la isla: Alta Tensión, es un ejemplo, donde al menos existe sistematicidad en el ejercicio del periodismo de investigación.

Resulta evidente la coincidencia de criterios entre expertos y autoridades acerca de la importancia, consecuencia y calidad del programa Alta Tensión como manifestación del periodismo de investigación en Cuba.

Después de indagar en la historia, definiciones, características del periodismo de investigación en el mundo y en Cuba, de nuestras condiciones para ejercerlo o no y del desarrollo del programa  Alta Tensión y su repercusión, de las experiencias de sus creadores en la realización cotidiana, en sus satisfacciones y descontentos, en las opiniones contrarias o a favor, de quienes disfrutan del talento de sus realizadores o los vituperan, y de los resultados derivados del análisis investigativo, podemos concluir que el periodismo de investigación en Cuba, aunque ha tenido históricamente aportes importantes, antes y después de la Revolución, carece de sistematicidad y generalización en la prensa cubana.

El periodismo de investigación constituye una modalidad factible de aplicarse y sistematizarse en el periodismo cubano, adaptado a las condiciones concretas de nuestra sociedad, por las posibilidades que supone su ejercicio en el tratamiento de temas sensibles a la sociedad y de alerta a las autoridades competentes para la solución o respuesta a los problemas.

El programa Alta Tensión representa un exponente singular del periodismo de investigación que se realiza en Cuba, porque cumple con los parámetros más reconocidos en esta modalidad periodística.

El programa ha contribuido a activar soluciones a problemas concretos del ámbito social de la provincia. Ha demostrado que para el ejercicio del periodismo de investigación en el nivel local, resulta indispensable contar con algunos recursos materiales, pero, principalmente, con voluntad de hacer, pasión por el periodismo, preparación profesional y sensibilidad.

La elaboración del programa, basado fundamentalmente en el reportaje, ratifica que este género es uno de los más idóneos que se pueden utilizar en el periodismo de investigación, como muchos estudiosos del tema afirman.

Durante todos estos años, Alta Tensión ha desarrollado un quehacer periodístico caracterizado por la investigación, el carisma de sus realizadores y por el tratamiento de temas actuales, que en muchas ocasiones están velados para las audiencias, incluso para la prensa de la provincia permanecen invisibles. Lo distingue la participación activa de los oyentes y la presencia en el estudio de funcionarios para dar respuestas al pueblo.

Acotaciones:

(1) Con la intervención norteamericana, comenzaron a introducirse en Cuba algunos elementos de la fórmula de éxito aplicados en los Estados Unidos por la corriente sensacionalista. Los periódicos hicieron gala de un lenguaje sencillo y directo, titulares llamativos, y el culto a la inmediatez se impuso en detrimento de la tendencia editorialista de los periódicos solemnes, sesudos y doctrinales que habían predominado durante la colonia. La crónica roja y las noticias de interés humano ganaron un lugar privilegiado.

(2) Periodista, profesor, investigador y subdirector del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

(3) Presidente de la Asamblea Provincial del poder popular en Villa Clara durante el período de 1994-2005.

(4) Para la Teoría Hipodérmica, el concepto de sociedad de masas es indispensable en sus análisis. El individuo, receptor de los mensajes era considerado como un ente sin historia, inteligencia, capacidad y contacto social.

(5) Periodista y jefe del equipo de investigaciones de la Revista Bohemia. 

Bibliografía

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Borrat, Héctor (2005) www.mediatico.com/es/periodismo_de_investigacion/

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